La mirada de Jorn Lucas: Un mensaje a Yolanda Díaz
Cada martes el periodista neerlandés nos da su visión sobre temas de actualidad
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A Coruña
Mientras que el desempleo en España sigue siendo alto, la economía española es actualmente una de las más prósperas del mundo. No son mis palabras, pero afortunadamente las de alguien que sabe de lo que está hablando, en este caso, alguien de The Economist.
Si yo tuviera la última palabra en este país, me hartaría de decirlo casi todas las semanas: que la economía española va en buen camino y que el paro está bajando.
Y no lo diría solo para el público español o para la oposición en el Congreso, que sigue dándole vueltas a sus manías de siempre.
Ese mensaje va especialmente para el norte de Europa, que hasta ahora se ha creído superior y ha visto al sur como un sitio que huele a ajo y donde el dinero se malgasta. Pues mira, España está demostrando que las cosas han cambiado.
Pero me gustaría preguntar algo a Yolanda Díaz, la ministra de Trabajo que viene de Ferrol. ¿Por qué tanto empeño en la reducción de la jornada laboral? ¿De verdad es tan urgente? Me parece que las empresas pueden llegar a acuerdos sobre este tema por su cuenta, a lo mejor con un poco de ayuda de los sindicatos. Esto no requiere una solución genérica.
Creo que el mercado laboral español sí necesita un cambio estructural. Hay que dar espacio para el trabajo a tiempo parcial, hacer el emprendimiento autónomo más atractivo y, sobre todo, darles a los jóvenes la oportunidad de trabajar. Los fines de semana, por la tarde, algunos días a la semana… a lo mejor incluso con más flexibilidad en cuanto a horarios. Me pregunto, ¿quién o qué está bloqueando todo esto?
Es incomprensible que los adolescentes, además de estudiar, no puedan ganar experiencia laboral. Hay suficientes razones: mira el desempleo juvenil, que con un 22% es el más alto de la UE, la alta tasa de abandono escolar y los jóvenes que se quedan mucho tiempo cómodamente viviendo en casa con sus padres. Eso hay que arreglarlo, pero ya.
Mientras, al otro lado del Atlántico, hay alguien diciendo que llegó la Edad de Oro de su país... Pero aquí, en España, deberíamos darnos cuenta de lo que significa que The Economist te dé una calificación tan alta. Hay que aprovechar esa oportunidad para arreglar cosas necesarias. Y con esto mando un mensaje hacia la única Coruñesa en este gobierno - Yo me apunto.