Abanca, condenada a devolver casi 20.000 euros a una clienta víctima de ‘phishing’
La sentencia considera que la entidad bancaria no operó con la diligencia necesaria

Edificio Judicial Ourense / EUROPA PRESS

El Juzgado de primera instancia e instrucción 1 de O Carballiño (Ourense) ha condenado a la financiera gallega Abanca a reembolsar a una clienta 19.932 euros que le fueron sustraídos de su cuenta corriente mediante una estafa 'phishing', una técnica de engaño para apropiarse de claves de identificación.
La sentencia considera que la entidad no operó con la diligencia necesaria en cuanto a las medidas de supervisión y previsión de fraude y aprecia la "existencia de una responsabilidad casi-objetiva por parte de Abanca por no contar con las medidas oportunas para evitar transferencias de cantidades económicas contra la voluntad de la titular de la cuenta", conforme a la legislación vigente.
El 16 de julio de 2021 una clienta del banco recibió una llamada que simulaba llegar desde el servicio de atención al cliente de Abanca y, a través de las contraseñas facilitadas, los estafadores llevaron a cabo dos cargos a su cuenta de 9.992,85 y 9.938,01 euros.
Al percatarse de la retirada del dinero, la clienta contactó con el servicio de atención al cliente para bloquear la cuenta y la tarjeta, y solicitó el reintegro de dichas cantidades.
Al no recibir el dinero, planteó otra reclamación extrajudicial a atención al cliente el 3 de febrero de 2022.
El Juzgado considera probado que la clienta fue víctima de un engaño tras recibir una llamada falsa en el transcurso de la cual proporcionó las claves bancarias y ha requerido a la entidad bancaria el reintegro de dichas cantidades.
La grabación de una llamada telefónica el 16 de julio de 2021, inmediatamente después de que se percatarse de la estafa, muestra que "fue víctima de un engaño".
Además, "fruto de ese error y ante la creencia de que estaba siendo interpelada por un trabajador de Abanca", ya que "recibió una llamada desde el mismo número de teléfono de atención al cliente de Abanca", la clienta "empezó a facilitar unos códigos que, a la postre, fueron los que derivaron en el cargo en la tarjeta y la transferencia automática desde la cuenta".
La sentencia señala que cando se percató de una posible actividad fraudulenta, la víctima "interrumpió la llamada e, inmediatamente, realizó la comunicación con los servicios de atención al cliente para intentar paliar los cargos que había sufrido en ese mismo momento".
Por ello, "no existe ni siquiera un intervalo de tiempo desde que la demandante se da cuenta del engaño y pone en aviso a la entidad bancaria demandada", apunta el Juzgado.
Por todo ello, condena a la entidad a pagar la cantidad de 19.931,86 euros defraudada además de la totalidad de las costas del proceso judicial.