La mirada de Jorn Lucas: El ‘cheiro’ de A Coruña

A Coruña

Mis primeros veranos en Galicia, en los años 80, no solo giraron en torno a la persona que más tarde sería mi esposa, sino también a disfrutar de los maravillosos días en unas playas impresionantes.

El camino hacia la playa de Lapamán nos llevaba por Marín y por delante de una fábrica que olía a azufre. Celulosas, me dijeron.. sin saber lo que significaba. Solo sabía que tenía que taparme la nariz. Y eso lo hice. Esa fábrica sigue funcionando a pleno rendimiento, y aunque ese mal olor casi desapareció de todo - la discusión sobre esa fábrica está muy viva..

Aquí en A Coruña no huele tan mal como en aquellos días en Pontevedra, pero no veo un mínimo de inquietud sobre ese fuerte y penetrante olor que cubre la ciudad como si fuera una manta hecha por sustancias tóxicas.

Renovar una ciudad y darle una buena apariencia no es difícil: una poca pintura puede hacer maravillas, y creo que el ayuntamiento sabe que allí hay mucho trabajo por hacer

Ese mal olor parece ser un problema más grande... Me han dicho que la mayor parte de él viene de las refinerías de Repsol en las afueras de la ciudad. A Coruña tiene la sostenibilidad como una de sus prioridades, y entonces una gran fuente de contaminación como una refinería de petróleo, eso no lo quieres tener cerca.

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Pero estamos hablando de una de las refinerías más importantes del país y, por lo tanto, muy importante para la región y la economía local. Entonces, ¿qué hacemos con todas esas personas que trabajan allí?

Repsol dice que están trabajando en un plan a gran escala para renovar la refinería. El objetivo es transformar el complejo en un centro multi energético y bajar las emisiones de CO2 a cero en 2050. Supongo que con ello también desaparecerán los malos olores.