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Los árboles de A Coruña y sus enfermedades

En «Coruña Científica» aprendemos algo más sobre estos singulares árboles y lo que les sucede

Coruña Científica

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08:29

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A Coruña

Ayer teníamos que contar que han talado cuatro palmeras más debido a la plaga del picudo rojo, lo que en lo últimos años ha mermado de forma considerable la población de estos árboles en A Coruña. Además no son los únicos con problemas, ya que el olmedo del jardín de San Carlos está en una situación muy complicada debido a otra plaga, la grafiosis. Hoy en «Coruña Científica» vamos a aprender algo más sobre estos singulares árboles y lo que les sucede.

Tanto el picudo rojo como la grafiosis son plagas que infestan por un lado a palmeras y por otro a olmos. El picudo es un artrópodo, un escarabajo de gran tamaño de color rojizo, como indica su nombre. Lo que hace el picudo rojo, Rhynchophorus ferrugineus, es poner sus huevos en los nuevos brotes de las palmeras y son sus crías las que se introducen en el tejido interno del árbol para alimentarse, generando largos túneles en su interior que acaban con el ejemplar infestado. La grafiosis, sin embargo, es una enfermedad producida por el hongo Ophiostoma novo-ulmi, que ataca el sistema vascular del olmo, bloqueando el movimiento de la savia por el árbol, lo que acaba también matándolo. La grafiosis tiene en común con la plaga del picudo que necesita de un escarabajo para expandirse, en concreto expanden el hongo Ophiostoma tres especies de escarabajos coleópteros (Scolytus multistriatus, S. scolytus y S. kirschii) que transportan las esporas del hongo de un ejemplar de olmo a otro.

¿De dónde llegan estas plagas?

Con la grafiosis llevamos conviviendo muchos años, a España llegó en la década de 1930, pero en Europa entró por Holanda ya uno años antes y de hecho en nuestro continente casi ha acabado con todos los olmedos, se hablaba que el de Coruña era el último olmedal europeo… y quedan seis. La idea más aceptada es que la grafiosis llegó desde Asia oriental, donde el hongo habría convivido en equilibrio durante miles de años con especies de olmos resistentes. Pero aquí alcanzó olmos que no estaban acostumbrados...

El picudo rojo es más moderno. Se registró por primera vez en España en 1994 procedente de palmeras infestadas parece que africanas, pero hasta allí también habría llegado desde Asia tropical, que es su área de distribución original.

¿No hay tratamientos para salvar a palmeras y olmos?

Los tratamientos para la grafiosis están dirigidos a contener la enfermedad eliminando los escarabajos que transmiten el hongo; tratando a los olmos infectados; y utilizando especies resistentes de olmos, como las que ha anunciado el Concello da Coruña que plantará próximamente en el jardín de San Carlos. Pero hasta el momento está siendo muy complicado, por no decir imposible, salvar a los olmos autóctonos. En el caso de las palmeras, hay tratamientos químicos preventivos que hay que aplicar regularmente para intentar mantenerlas a salvo y parece que funcionan algo mejor, pero también es muy complicado.

"Árboles senlleiras" de A Coruña

Las palmeras no son árboles típicos de lugares como Galicia, y sin embargo las de de Méndez Núñez ya están en el «Catálogo galego de árbores senlleiras» de la Xunta de Galicia.

Están catalogadas como «palmeiral canario dos Xardíns de Méndez Núñez», porque la especie de palmera es Phoenix canariensis o palmera canaria. Las palmeras llegaron a Galicia de la mano de las personas que emigraron a países de clima tropical y acabaron regresando, y se convirtieron en símbolo de estatus alto. Aquí sobreviven gracias a nuestras temperaturas suaves y a que disponen de una morfología adaptada al viento. Son elásticas, flexibles, su tallo se comban con el viento pero no se rompe, por lo que son capaces de adaptarse a la costa gallega y sus fuertes vientos del nordés.

Los olmos ya parecen más nuestros, incluso les dedicamos una calle. El olmo es una especie de distribución europea y es de suponer que en algún momento en esa zona de la ciudad hubo olmos. De hecho en un patio interior de la calle hay un árbol que en algún momento se pensó que era un olmo, pero parece que finalmente es un tilo... Habría que investigar bien.

Además del palmeral de Méndez Núñez y de los olmos de jardín de San Carlos, también está en ese catálogo el centenario metrosidero excelso del patio de la policía local, que podría darnos para otro «Coruña Científica» teniendo en cuenta toda la leyenda que hay a su alrededor. Además que el metrosidero ya se ha convertido en símbolo de la ciudad con todos los que hay plantados.

La verdad es que sí. Tomamos nota para hablar de la ciencia del metrosidero próximamente.

 
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