Buceando para conseguir la inclusión real de las personas con diversidad funcional
La Asociación 'Al agua sin limitaciones' organiza expediciones que suponen para algunos participantes su primer baño en el mar
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Lugo
Las personas con diversidad funcional, ya sea física o cognitiva, no suelen tener muchas facilidades para acceder a la práctica deportiva, a pesar de los beneficios que supone para su salud física y mental. Son muchas las tareas diarias que les resultan poco accesibles, así como los planes de ocio, esas actividades un poco más especiales que se hacen de vez en cuando o algunas aficiones.
La asociación 'Al agua sin limitaciones' pretende normalizar el acceso a este tipo de propuestas, como puede ser en su caso el buceo, adaptándolas a todo tipo de discapacidades, tanto de movilidad como sensoriales o intelectuales. Trabajan con otras entidades como ADACE, Down Lugo o ASPACE para que personas con parálisis cerebral, daño cerebral adquirido o síndrome de Down puedan sumergirse en las playas de A Mariña y explorar sus aguas.
Alberto Rodríguez es el presidente de esta asociación e instructor de buceo en los cursos que imparten durante todo el año en la piscina, un ambiente "más controlado y de alguna manera más seguro", donde realizan la primera toma de contacto. Al final de la formación lo llevan a la práctica en playas como la de Celeiro, en Viveiro.
"Nos dedicamos a organizar actividades de buceo adaptado para personas con diversidad funcional y en general en riesgo de exclusión social", explica. Lo hacen con el objetivo de conseguir "una inclusión real" y "darles la oportunidad de hacer algo nuevo".
Primer baño en el mar
Lo más importante para ellos es, además de ponerles un poco más fácil la posibilidad de hacer deporte y acceder a propuestas de ocio, que se vuelvan a casa "satisfechos por haber enfrentado y superado un reto". Destaca la capacidad de esfuerzo y las ganas de algunos de los alumnos del curso que "siendo conscientes de sus limitaciones superan las dificultades del buceo, que son un reto para cualquier persona, y aún mayor todavía para ellos". Para él la clave está en encontrar "las fortalezas de cada uno y potenciarlas".
Para algunos este viaje hasta A Mariña supone no solo la primera vez practicando esta actividad, sino su primer baño en el mar. Alberto Rodríguez destaca el caso de algunos alumnos que empiezan la formación sin saber nadar y que "en un año están desenvolviéndose en un ambiente que le es ajeno, que es el agua, aprenden a respirar con las bombonas de oxígeno, que tiene sus dificultades".
Trabajo en equipo
Para organizar estas excursiones es necesaria, y la agradecen mucho desde 'Al agua sin limitaciones', la colaboración de las demás asociaciones, las familias y un grupo de voluntarios que les acompañan en las inmersiones. "Es un trabajo en equipo, de otra forma sería imposible", apunta el instructor.
Reconoce que a veces son las propias familias quienes se echan para atrás por tener un cierto temor a que no salga bien, resulte frustrante o directamente imposible, pero asegura que "siempre es una experiencia tremendamente positiva". Por eso anima a los familiares de las personas con diversidad funcional y despejen todas las dudas que tengan. Les pide que reúnan la "valentía" para realizar con ellos actividades como estas, "que los acercan a una vida que debería ser la normal para ellos, en la que puedan pasárselo bien y hacer cosas distintas", concluye.