¿Desconectamos los compostelanos en vacaciones?

Santiago de Compostela

Con las redes sociales, los móviles corporativos y la vida digital que llevamos habitualmente se hace muy difícil desconectar en el periodo estival. La mayoría de los compostelanos y visitantes sostienen que se les hace prácticamente imposible dejar el móvil a un lado y desconectar del mundo digital. En muchas ocasiones porque siguen llegando esos correos y llamadas laborales que obligan a prestar atención siempre al teléfono móvil.

La solución, dicen algunos, es que no recaiga todo en el propio trabajador y para los psicólogos pasa por "aprender a gestionar los espacios, por ejemplo, separando la sim del trabajo de la personal o dejando a un lado el ordenador que habitualmente usamos para trabajar". Los compostelanos son conscientes de ello, pero ¿cómo lo solucionan? Algunos optan por desinstalar las aplicaciones de redes sociales y otros optan por soluciones más rotundas, como marcharse a una zona sin cobertura.

Julio González Morandeira es psicólogo especialista en psicología del trabajo y de las organizaciones del Colexio Oficial de Psicoloxía de Galicia. Insta a las empresas a que lo respeten porque "la desconexión es un derecho y un trabajador no puede ser acribillado cuando está de vacaciones". Pone el foco en el modelo de relaciones y de conexión que tenemos ahora como consecuencia de la tecnología y añade que "el trabajo, las gestiones o las relaciones sociales están mediatizadas por las nuevas tecnologías" por lo que recomienda "aprender a gestionarlos y tener filtros". También apuesta por la "gestión de la privacidad y por animarnos a perder la noción del tiempo".

Más de una semana

Es el tiempo que tardamos en desconectar de verdad cuando cogemos vacaciones. Julio González Mosquera sostiene que nuestra mente ya comienza a gestionar las vacaciones antes de cogerlas, "por como dejamos cerrados los asuntos". Dice que "antes de marchar tratamos de cerrar cuestiones quee nos pueden generar preocupación por dejarlo pendiente". En esa calendarización indica que "luego pasamos unos días en los que recordamos esos asuntos o tenemos en mente cuestiones del trabajo y una vez pasados 4 o 5 días entramos en esa fase de descanso". Añade que es "en la tercera semana cuando deberíamos perder la noción del tiempo y luego empezar a reconectar un par de días antes de la vuelta".

En una entrevista en HxH Santiago ha señalado también los beneficios que desconectar tiene en nuestros niveles de estrés realizando" actividades que nos resulten satisfactorias y descargar tensión y posibles agresividades que tengamos guardadas y luchar contra la frustación de un ambiente laboral que puede no ser bueno". Este experto recomienda además que la vuelta sea paulatina y que evitemos la sensación de que tenemos que ser productivos desde el primer minuto.

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