Costas plantea desplazar hacia ENCE la carretera a Marín para dejar sitio al segundo tramo del paseo peatonal

Después de que el Concello de Pontevedra, dirigido por el BNG, anunciase que estaría dispuesto a dar la batalla política para que Costas del Estado acometiese de una vez por todas el segundo tramo del paseo peatonal y ciclista a Marín, las cosas parecen que vuelven a encauzarse. El gobierno local explicaba que era incomprensible que Costas cambiase su posición inicial en tan solo unos meses para hacer el paseo a Marín, alegando que no era viable la construcción de una lámina que pivote sobre el agua.

Pues bien, esta mañana en rueda de prensa el concejal nacionalista César Mosquera dio cuenta de una reunión que tuvo lugar el jueves pasado entre ambas administraciones donde se acordó impulsar tres proyectos que el gobierno de Lores siempre defendió: la finalización del segundo tramo del paseo peatonal y ciclista a Marín, la ampliación de la playa de Ponte Sampaio y la limpieza y renaturalización de la Ensenada do Ulló.

Desde el gobierno local celebran ahora la disposición total y la atención de Costas del Estado para priorizar estos tres proyectos que demandaba para la ciudad el ejecutivo local. Mosquera aseguró que Costas por fin se ha tomado en serio estos proyectos que plantea el Ayuntamiento y, por ejemplo, para acabar el paseo a Marín se proponen dos soluciones. La primera es retranquear unos metros la autovía hacia el cierre de ENCE y elevar la carretera para terminar con inundaciones cuando hay mareas vivas; y la segunda propuesta es pivotar solo una parte del paseo sobre la ría y no el trazado en su totalidad. Esta segunda solución se haría si el Ministerio de Transportes no aceptase el retranqueo de la carretera (primera solución). En todo caso, las dos propuestas irían conectadas a la pasarela de las mariscadoras.

Para Mosquera, desplazar el actual vial hacia el cierre de ENCE es la alternativa que más le gusta para aprovechar cerca de seis metros entre la carretera y el cierre de la factoría en Lourizán. Además, esta solución permitiría que el paseo para peatones y ciclistas tuviese un ancho mayor de lo previsto que era de 2,5 metros, hasta llegar a un máximo de cuatro metros.