Semana Santa en Ferrol: subidón económico, incertidumbre meteorológica
La ciudad inicia los días grandes de su Pasión, de Interés Turístico Internacional
Ferrol
Ya es primavera, pero la de 2024 es la Semana Santa más madrugadora en los últimos ocho años y el tiempo ha querido ser más invernal de lo esperado en el ecuador de la Pasión de Ferrol, que encara sus días principales tras dejar en blanco el Miércoles Santo por las intensas precipitaciones y el fuerte viento.
Nadie duda de la relevancia económica del festejo, que cumple una década como evento de Interés Turístico Internacional, en una ciudad acostumbrada a una sangría demográfica desde la reconversión del sector naval de los años 80 del siglo pasado.
A la espera del verano, es el primer gran período, quizá el mayor en los doce meses del calendario, de dinamismo en comercio, hostelería, restaurantes u hoteles, que se asoman a un más que probable lleno a la espera de datos definitivos y del impacto de posibles cancelaciones de última hora por las adversas condiciones meteorológicas.
El sol sí lució entre el Domingo de Ramos y el Martes Santo y permitió repetir las estampas de una plaza de Amboage llena para la bendición de palmas, de las dificultades para encontrar una mesa en una cafetería o de negocios que aprovechan este tramo para abrir sus puertas por primera vez y sacar rédito del aluvión.
Una plaza para aparcar en pleno casco histórico se convierte en un bien escaso mientras el Ayuntamiento de Ferrol despliega un operativo especial de seguridad y facilita la afluencia a la zona centro con autobuses lanzadera gratuitos desde el estadio de A Malata.
Multitud de ferrolanos en la diáspora se entremezclan en el casco histórico de A Magdalena con un número cada vez mayor de visitantes, tanto de los destinos ya conocidos del norte y centro de España como del extranjero, un porcentaje nada desdeñable en este último caso.
En días en los que el teléfono móvil no descansa en las cofradías, donde consultan cualquier aplicación meteorológica disponible, el Jueves Santo ha permitido un estreno, ya que ha incorporado una nueva procesión, la de Nuestro Padre Jesús de la Humildad en el Beso de Judas, aunque ha recortado su recorrido por la amenaza de lluvia.
Corre a cargo de la cofradía de la Merced, vinculada al histórico colegio Tirso de Molina, de los Padres Mercedarios, y parte de la plaza de Amboage, el corazón del reencuentro de familiares y amigos de cada Semana Santa al calor de sus árboles, sus terrazas hosteleras y la estatua de Ramón Pla, el primer marqués de Amboage.
Mantener y sumar nuevo patrimonio es una de las líneas principales de actuación para las hermandades, que sacan a las calles imágenes de un gran valor al mismo tiempo que muchos visitantes buscan combinar la devoción con la inmersión en la riqueza natural o histórica local.
Lo permiten las visitas guiadas al astillero de Navantia, al castillo de San Felipe o a las playas del litoral ferrolano, pero la Pasión extiende sus beneficios a toda la comarca de Ferrolterra, foco de atracción en pleno arranque de la primavera.
Puro ocio, con una fiesta del marisco que se prolongará hasta el domingo en el puerto, y pura religiosidad van de la mano en un Jueves Santo en el que se ha reconocido al exembajador ante la Santa Sede Francisco Vázquez y a Ignacio Rivera, presidente de la Corporación Hijos de Rivera, matriz de la firma cervecera Estrella Galicia.
La Cofradía de Dolores ha entregado a ambos sus medallas de oro en un acto celebrado en el Casino ferrolano, otra de las citas que llena una agenda en la que la previsión del tiempo ejerce un protagonismo no deseado por quienes llenan la ciudad naval estos días.
Raúl Salgado
Redactor de Radio Ferrol Cadena SER, nos escuchamos en Hoy por Hoy y SER Deportivos