La lluvia no puede con el 8M en A Coruña en reivindicación de la igualdad real
Unas 3.000 personas salen a la calle para reivindicar un año más el fin del machismo y de la violencia contra las mujeres
Manifestación feminista en A Coruña / Concello da Coruña
A Coruña
La lluvia no pudo con el 8M en A Coruña. Como decía una de las consignas "8 de marzo, mulleres a rúa", el mal tiempo no ha impedido a varios miles de mujeres y cada vez más hombres recorrer, paraguas en mano, el centro de la ciudad desde el Obelisco, pasadas las ocho de la tarde, hasta la plaza de la antigua Tabacalera en A Palloza.
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El Concello calcula que 3.000 personas han participado en la marcha, bajo la convocatoria de la Plataforma Feminista Galega y A Marcha Mundial das Mulleres. Una movilización con reivindicaciones que se repiten porque todavía sigue sin darse la igualdad real.
Sigue habiendo un techo de cristal, no existe la equiparación salarial por el mismo trabajo de hombres y mujeres, los cargos directivos de muchas empresas los siguen ocupando mayoritariamente hombres, los cuidados de la infancia y de los mayores continúan teniendo nombre de mujer y no se ha puesto fin al machismo y a la violencia de género.
Portavoces de las organizaciones convocantes han reclamado el feminismo "más que nunca" contra los discursos negacionistas de la ultraderecha. Entre las manifestantes, un colectivo nuevo denominado "Campaña feminista". 22 mujeres vestidas con túnicas y máscaras blancas con carteles con el nombre escrito de las últimas 22 víctimas de crímenes machistas. Demandan que el Ministerio de Igualdad considere también víctimas de violencia de género a mujeres y no sólo a las mujeres asesinadas por sus parejas o ex parejas.
Han asistido distintas dirigentes políticas a la manifestación en A Coruña, entre ellas la alcaldesa, Inés Rey,y la portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, que ha exigido políticas feministas. "Os poderes públicos teñen que poñerse público nestas políticas" ha manifestado.
Mujeres de mediana edad, jóvenes, abuelas, parejas con sus hijos han desafiado al agua y al frío para reivindicar la igualdad pendiente un 8 de marzo más. Este año con la mirada puesta también en las mujeres y niñas de Gaza.
