Trucos para evitar que las heladas echen a perder la cosecha
Las bajas temperaturas pueden acabar con nuestras hortalizas incluso dentro del invernadero
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Lugo
En los meses de invierno las bajas temperaturas son uno de las principales amenazas para nuestros huertos. Las heladas pueden quemar las hortalizas que hemos plantado incluso dentro de un invernadero, que fue lo que le pasó a nuestro horticultor veterano, el abuelo Gato, hace un año. Sin embargo también apunta que tienen sus beneficios: "Son enemigas de los bichos, no hace falta sulfato".
Ahora está probando un nuevo sistema para proteger la cosecha del frío, y nos avanza los resultados. Lo que le sucedió a el durante la anterior cosecha es que plantó repollo, patatas y brécol. El repollo y el brécol salieron adelante, pero las patatas terminaron quemadas por las heladas. Además las había plantado en un invernadero completamente cerrado, mientras que las que había sembrado en otro abierto por los extremos, resistieron.
Este año, para evitarlo, encontró la solución en una alpaca. Cogió una y la desmenuzó encima de la cosecha. "No mucha", matiza, "para que que la helada pegue en ella y no la deje bajar a la tierra". La paja es impermeable y de hecho tradicionalmente se usaba para confeccionar una especie de capa para protegerse de la lluvia, las corozas.
En la huerta funciona de la misma manera: se convierte en una especie de chubasquero para las plantas. De momento los resultados están siendo buenos y asegura que ya tiene "patatas naciendo, de más o menos un dedo de alto".
No hay trucos definitivos para las heladas, reconoce el abuelo Gato, porque "las veces que vienen más fuertes es difícil combatirlas". Pero de momento este le está funcionando bien. Recomienda además que cuando veamos, por ejemplo los repollos, coger un buen tamaño, es mejor que nos adelantemos y los recogerlos antes de que los queme la helada y se echen a perder.
Abrir el invernadero para proteger del frío
De la misma forma que el invernadero guarda el calor durante el día, también mantiene el frío que provoca la bajada de las temperaturas a lo largo de la noche. Por eso tenerlo completamente cerrado puede ser contraproducente y magnificar los efectos de las heladas.
Lo ideal es abrirlo un rato durante el día, para que se adecúe a la temperatura exterior, tras pasar el frío de la noche. De esta forma saldrá el frío que se ha generado durante la madrugada, y se reducirán los efectos de las heladas puedan tener en nuestro huerto.