El Celta rompe el maleficio de la tercera ronda

Vigo

En un campo mojado y lleno de barro, el Celta tiró de casta en el segundo tiempo para remontar la desventaja del primer acto frente a un combativo Amorebieta (2-4) y lograr así superar la ronda de Copa del Rey en la que llevaba tropezando de forma sistemática desde el cambio de formato.

Con solo Unai y Manu repitiendo en el once, el encuentro no puede empezar de mejor forma para los vigueses, ya que en el minuto 5 un disparo raso y fuerte de Miguel Rodríguez desde la frontal sirvió para inaugurar el marcador. La ventaja tan temprana no fue bien gestionada por el equipo celeste y poco a poco los locales se volcaban hacía la portería rival. Un inoportuno resbalón de Unai obligó a Iván Villar a realizar una gran parada para despejar un tiro a bocajarro de Dorrio. A la media hora de juego, el Amorebieta realizó una bonita combinación por banda izquierda que terminó con un pase de Rayco al área pequeña que Jauregui aprovechó para empujar el balón a la red. Tres minutos después, un saque de esquina acabó con un remate de Rayco, libre de marca en el segundo palo, que no pudo desviar Villar. Remontada exprés del conjunto vasco.

La actitud del Celta cambió tras el paso por los vestuarios, mejorando las prestaciones tanto a nivel individual como colectivo. En un córner, la lucha de Jailson tuvo premio y su esfuerzo tirándose al suelo para rematar un pase de Douvikas supuso el gol del empate en su debut. Cuatro minutos más tarde, Miguel Rodríguez no paró de amagar a su marcador y puso un centro preciso con la derecha que cabeceó a la red el delantero griego. El equipo vigués logró darle rápidamente la vuelta al marcador y siguió empujando en busca del cuarto. Otro disparo de Douvikas pegó en el palo, al igual que otro de Miguel, que se paseó por la raya de la portería y quedó parado en el barro. El canterano fue el jugador más destacado de los celestes y el que más se reivindicó.

Con los primeros cambios, el Amorebieta parecía volver a recuperar el pulso del encuentro, sin embargo a falta de quince minutos llegó la sentencia. Unai peina una falta lateral y la pelota la toca Douvikas para ponerla en la esquina inferior izquierda de la portería local. Doblete del griego que acumula cuatro goles en Copa. El tramo final fue un quiero y no puedo del cuadro bilbaíno, que fue un digno rival. Con este resultado, el equipo de Rafa Benítez vuelve a octavos de final de Copa seis años después y la próxima semana conocerá a su rival, con la posibilidad de que el sorteo haga que se juegue el choque en Balaídos.