Lores se enfrentará a una cuestión de confianza para poder aprobar el presupuesto del 2024
El PSOE tiende la mano al bloque para negociar un nuevo presupuesto y el PP pide a los socialistas dos votos para cambiar el gobierno municipal
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El alcalde de Pontevedra se someterá a una cuestión de confianza para poder aprobar los presupuestos del 2024, que el BNG no pudo aprobar esta mañana en un pleno extraordinario. Una cuestión de confianza que se debatirá previsiblemente el 8 de enero.
Como estaba previsto, los nacionalistas no obtuvieron esta mañana el apoyo ni del PSOE ni del PP para aprobar las cuentas del 2024 que ascienden a 94,7 millones de euros, las más altas de la historia de la capital. Unos presupuestos que la oposición rechazó con el argumento de que no fueron consensuados, sino impuestos por el gobierno en minoría del BNG, y que además no afrontan los principales problemas que tiene planteados Pontevedra.
El más crítico con el gobierno municipal del BNG fue el PSOE. Iván Puentes acusó a Fernández Lores de no entender el mensaje de las pasadas elecciones municipales y de gobernar con arrogancia, con imposiciones, de estar desfasado y solo, incapaz de entender a la Pontevedra actual, y de vivir en el pasado.
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En todo caso, el portavoz socialista tendió la mano al BNG para retomar el diálogo entre ambas formaciones. Para ello, Iván Puentes le pidió que retire el actual presupuesto y se siente a negociar uno nuevo.
Desde el PP, Rafa Domínguez criticó abiertamente la gestión de Fernández Lores, pero acusó al PSOE de ser “cómplice” por mantenerlo en la alcaldía. El portavoz popular pidió incluso a los socialistas 2 votos para cambiar el gobierno de Pontevedra en diez días: reabriendo Reina Victoria, trasladando el mercadillo a la Alameda, aprobar la reforma del entorno del Lérez, adoptar nuevas medidas para dinamizar Pontevedra.
Un ofrecimiento que se rechazó ya desde el PSOE. Iván Puentes dejó claro que nunca apoyarán un gobierno popular en el concello de Pontevedra, pero advirtió también al BNG que la dignidad de los concejales socialistas no se venderá a los caprichos políticas
Desde el Gobierno municipal, el concejal de Facenda, Raimundo González fue el encargado de defender los presupuestos. Tras destacar que son los más elevados de la historia de la capital, indicó que son necesarios para no perder inversiones ni 7 millones de los fondos europeos. González Carballo acusó al PP y al PSOE de poner trabas al gobierno local para tumbar el actual modelo urbano.
El Pleno rechaza los presupuestos
Finalmente, los presupuestos fueron rechazados con los 10 votos en contra del PP y la abstención de los 5 concejales del PSOE. El alcalde anunció que el día 3 se celebrará una junta extraordinaria de portavoces para convocar el pleno donde se debatirá la cuestión de confianza, que tendrá lugar previsiblemente el lunes 8 de enero
Al terminar el pleno, Fernández Lores aseguró que se encontraba muy tranquilo, convencido de sacar adelante los presupuestos; pero arremetió especialmente contra el PSOE local al que acusa de desmarcarse de las directrices marcadas a nivel gallego en las demás ciudades gallegas donde hay gobiernos de izquierdas.
El alcalde de Pontevedra advirtió además al PSOE que el BNG no va a negociar nada que atente contra los principios básicos de su programa electoral, y puso como ejemplo ir a negociar con Abel Caballero y pedirle que suprima las luces de Navidad. Lores aclaró que, para negociar, el PSOE tiene que cambiar su planteamiento y no puede seguir atacando a la línea de flotación del Bloque.
Fue un pleno tenso, no solo en el ámbito político sino también en el social. Una sesión a la que acudieron los delegados de todos los sindicatos del concello, para mostrar una vez más su malestar con el BNG por la política laboral que está aplicando. También acudieron vendedores ambulantes que reclaman el traslado de la feria a la Alameda.
Ante las continuas interrupciones en el pleno, Fernández Lores llegó a suspender momentáneamente el pleno. Los abucheos prosiguieron al terminar el pleno, con los sindicatos siguiendo al alcalde y demás concejales del BNG por la calle, desde el Teatro Principal hasta una cafetería.