Los pecados capitales del Obradoiro en Gran Canaria
Acusando el desgaste físico, el equipo estuvo fallón y errático por momentos, lo que le acabó costando la derrota
Santiago de Compostela
No son pocos los que vaticinan que, con el plantel al completo y si se acierta con el fichaje que debe sustituir a Eric Washington, este Obradoiro puede y va a rendir a muy buen nivel. Tampoco escasean los que creen que, por las bajas y minutadas que se están pegando algunos jugadores, cuando flaquean las fuerzas desaparece la precisión y clarividencia en el juego, y de ahí que se puedan totalizar 17 pérdidas de balón y se marren hasta 10 tiros libres. Eso, en un partido que acabas perdiendo por siete puntos, resulta definitivo.
Además de lo que dejaron los datos, en la Tertulia de basket de esta semana, analizamos la carencia que sigue evidenciando el equipo en el puesto de cuatro o cuando el cinco del equipo, Artem Pustovyi, tiene que ir al banco, sea para descansar o por faltas. Con un Rubén Guerrero casi inédito este curso (en Gran Canaria no jugó nada) y con Blazevic sin acabar de despegar, por ahí el equipo está acusando también ciertos problemas.
Esperando por la llegada de un base que supla a Washington, el regreso el próximo fin de semana de Jordan Howard tras su lesión muscular, y que el próximo mes puede volver Rigo Mendoza, el Obra tiene que intentar sacar adelante partidos con lo que tiene, como ya hizo ante Girona, sin ir más lejos. Próximo reto, en el Martín Carpena, el Unicaja Málaga (sábado a las 18:00 horas).