La viuda de Unai Martínez, fallecido en la refinería: "Queremos que resplandezca la verdad y su nombre quede limpio"
La Plataforma Xustiza para Unai se concentra ante los Juzgados para exigir que Repsol asuma sus responsabilidades en el accidente que le costó la vida al operario de una subcontrata
A Coruña
Bajo el lema "Xustiza para Unai" familiares, compañeros y amigos de Unai Martínez, el trabajador muerto en accidente laboral en la refinería en marzo del año pasado, se han concentrado ante los juzgados de A Coruña. La movilización tiene lugar con motivo de las declaraciones judiciales de responsables de Repsol ante el Juzgado de Instrucción número 6 de A Coruña sobre las circunstancias del accidente que le costó la vida al operario de la subcontrata Nervión y heridas graves a otro.
Unai falleció después de abrir la tapa de una canalización e inhalar ácido sulfhídrico. En la lectura de un comunicado,el portavoz de la Plataforma ha calificado de "burla e infamia" la postura mantenida por Repsol "al pretender descargar sobre los dos trabajadores", ha dicho.
La viuda de Unai Martínez, Lorena Dacosta, presente en la movilización, ha pedido que "resplandezca la verdad y que el nombre de Unai quede limpio". "No queremos dinero, sino que Repsol asuma responsabilidades".
La plataforma explica que la empresa Nervión ordenó a Unai y a su compañero a abir la tapa de una canalización "sabiendo que no tenían autorización para realizar ese trabajo y sin contar con equipos de respiración autónoma". El próximo lunes están citados para declarar responsables de la subcontrata.
El informa de Inspección de Trabajo es demoledor
El informe de Inspección de Trabajo es demoledor sobre las causas del accidente, según ha destacado la Plataforma; la falta de medidas de seguridad y la falta de formación de los dos operarios para realizar la tarea que les encomendaron. Los hechos desencadenaron importantes movilizaciones de todos los trabajadores de las subcontratas, que denunciaron sus condiciones de precariedad e insuficiente preparación para realizar trabajos en la refinería.
La compañía REPSOL señaló tras el siniestro que no se siguieron las normas y procedimientos establecidos, que se incumplió el protocolo de parada y que no estaba autorizada la apertura de la tubería que expulsó el gas que acabó con la vida de Unai. Añadió que el permiso de trabajo de Unai Martínez y su compañero sólo autorizaba la tarea de engrasado de pernos, pero no la apertura de tapas, por lo que se produjo una apertura no autorizada de una tubería de proceso. Explica que la tubería estaba fuera de servicio y aislada y contenía restos de gas residual.
