Se retoma la búsqueda de los dos desaparecidos en Pol y Abadín
El dispositivo se puso de nuevo en marcha a las nueve de la mañana
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Están participando en la búsqueda agentes de la Guardia Civil, vecinos y efectivos de los servicios de emergencias
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Lugo
La Guardia Civil ha confirmado que a primera hora de la mañana de este jueves se ha retomado la búsqueda de los dos hombres desaparecidos en los municipios lucenses de Pol y Abadín, dado que el rastreo de las zonas en las que ambos fueron vistos por última vez, que se prolongó hasta bien entrada la noche, no dio resultado.
En Abadín, en la zona de Quende, continúa la búsqueda de Enrique Bolívar D. P., un octogenario que fue visto por última vez el pasado domingo.
El alcalde de la localidad, José María López Rancaño, explicó a EFE que el dispositivo se puso de nuevo en marcha a las nueve de la mañana, alrededor de la casa del octogenario desaparecido, dado que “la última vez que fue visto -el domingo- estaba a unos doscientos metros” de su domicilio.
“Se va a realizar una búsqueda muy exhaustiva en las inmediaciones de su casa” y, posteriormente, “si no lo encontramos, se irá ampliando el radio”.
Están participando en la búsqueda agentes de la Guardia Civil, vecinos y efectivos de los servicios de emergencias, que cuentan con el apoyo de un helicóptero, drones y guías caninos.
Asimismo, vecinos de la zona, efectivos de la Guardia Civil y miembros de las agrupaciones de Protección Civil de Pol y Riotorto buscan a Manuel R. F., un hombre de 72 años de edad que salió a pasear el martes por la tarde y no regresó a su casa, en la parroquia polense de Carazo.
El alcalde de Pol, Lino Rodríguez Ónega, informó a EFE de que el hombre fue visto por última vez a las seis de la tarde del día de su desaparición “en la parroquia de al lado”. Según la persona que lo vio, “iba en dirección a su casa”, pero no llegó a su domicilio.
“Lo buscamos por aquella zona, pero nada. Es un lugar muy boscoso y también hay plantaciones de hectáreas y hectáreas de maíz”, dijo el regidor local, quien teme que el septuagenario se metiese en los maizales y se desorientase.