Carmela Silva se ha despedido esta mañana como presidenta de la Diputación de Pontevedra, tras perder el PSOE y el BNG la mayoría que ostentaban en los últimos ocho años. En una comparecencia de prensa, Carmela Silva reconoció que no esperaba este resultado y que no valoró de forma adecuada la situación. En todo caso, recalcó que el PSOE obtuvo el mejor resultado de Galicia en la provincia de Pontevedra y que la pérdida de la Diputación se produjo por una “tormenta perfecta” en tres puntos concretos de la provincia. Señaló directamente a los malos resultados cosechados por los socialistas en Porriño, Baiona y el Morrazo, lo que le supuso al PP recuperar tres diputados provinciales en los partidos judiciales del Baixo Miño, Vigo y Pontevedra. Carmela Silva indicó que afrontará con total normalidad el traspaso de poderes con el PP, y aseguró que se irá con la cabeza muy alta convencida de que la gestión realizada por el PSOE y el BNG en los últimos 8 años será difícil de mejorar. Carmela Silva no quiso hablar de su futuro, que de entrada seguirá ligado al concello de Vigo donde es concejala. Lo que sí manifestó es su esperanza de que el PP mantenga la forma de gobernar implantada por el la Diputación, con transparencia, igualdad para todos los municipios y criterios objetivos de reparto económico, aunque teme que no será así. Finalmente, Silva manifestó su deseo de que su sustituto al frente de la Diputación sea una mujer, aunque teme que no será feminista. En su despedida, Carmela Silva quiso dar las gracias a sus colaboradores, a los trabajadores de la Diputación y a los alcaldes de la provincia, incluso a los medios de comunicación a los que agradeció que siempre la tratasen con respeto. Y se fue indicando que para ella fue “un placer y un honor” ser presidenta de la Diputación de Pontevedra, una etapa de su vida que nunca olvidará.