Juan Carlos I vuelve a navegar a bordo del Bribón en una visita marcada por la discreción

Después de aterrizar en el aeropuerto de Peinador (Vigo) en el día de ayer, Juan Carlos I llegó por carretera hasta la casa de su amigo personal Pedro Campos, ubicada en el lugar de Nanín, en el Concello de Sanxenxo. Una residencia situada en un lugar con vistas directas al mar donde el emérito descansará estos días. El padre de Felipe VI no salió en toda la tarde de ayer de la vivienda de su amigo íntimo hasta esta mañana. A las 11:20 horas, entre más expectación mediática que vecinal, el coche de Pedro Campos salía de su casa en dirección al puerto deportivo de la localidad, a unos 7 minutos por carretera.

Juan Carlos I, al igual que ayer, no ha hecho ninguna declaración a los medios de comunicación, ni a la salida de la casa de Nanín ni a su llegada al Naútico. No ha bajado, por lo tanto, la ventanilla del coche, pero si que ha saludado a los medios de comunicación. Con cierta dificultad para moverse, el monarca bajo del coche y descendió hasta el Bribón por unas escaleras de piedra ayudado por otra persona. Una vez a bordo de la embarcación y después de saludar al resto de la tripulación, el rey emérito se hizo cargo del mando de la embarcación para navegar por la ría de Pontevedra como en otras ocasiones. Su amigo Pedro Campos navegó en un barco auxiliar.

Juan Carlos I muestra "perfil bajo" en Sanxenxo

A diferencia del año pasado, la segunda visita del emérito a España desde que reside en Abu Dabi, sigue siendo de "perfil bajo" y queriendo en todo momento ser discreto. Esto es algo que pedía Casa Real, que no se mostraba muy favorable a que el Borbón volviese a España. De momento se están respetando las órdenes de Zarzuela ya que nadie de su entorno ni el Concello de Sanxenxo han hecho una declaración con respecto a la estancia del monarca. La expectación mediática es notable, algo menos que la provocada por los vecinos de Sanxenxo.

El entorno más cercano al emérito insiste en que este es un viaje privado, que no hay nada programado y que se desconocen los planes de las próximas horas y días. Lo que si se aprecia en el rostro de Juan Carlos I es que en Sanxenxo "está como en casa", a un día de competir en la regata que acoge este fin de semana la ría de Pontevedra.