Grandes penalidades coperas en Navidad

Vigo

La expresión en portugués para definir la suerte desde los once metros viene muy a colación de lo vivido en Cornellá el Prat. Grandes penalidades que el árbitro Martínez Munera se tragó; las dos a favor del Celta, una de ellas en el minuto 85 de Joan García sobre Strand Larsen clamoroso. La otra grande penalidade fue en la prórroga sobre Carles Pérez que hubiese supuesto el 2-2 de marcarlo. Grandes penalidades porque el Celta se puso por delante en la primera parte con el gol de Paciencia pero no fue capaz, una vez más, de aguantar un resultado a favor. Grandes penalidades porque a Marchesín le tiraron dos veces y le marcaron dos goles. Grandes penalidades porque el fallo grosero a balón parado permite empatar al Espanyol cuando no estaba creando nada. Grandes penalidades porque otro error de Beltrán como cierre permite la contra del segundo gol. Grandes penalidades porque el Celta, sin Denis ni Brais y sin sustitutos para hacer de Denis y Brais, no es capaz de elaborar salvo que Aspas haga de “papá y de mamá”. Grandes penalidades porque el Celta de Carvalhal no ha sido capaz de ganar a un rival de su categoría (Osasuna, Rayo, Sevilla y Espanyol). Grandes penalidades porque a Celta flaco todo son pulgas: Martínez Munera, que no leerá el pregón del Cristo este año en Vigo, saca roja directa a Marchesín en una jugada con Joselu en el carril del once pegado a la banda izquierda.

Grandes penalidades porque nuestros delanteros siguen con su sequía goleadora exceptuando contra ell Algar o el Gernika. Grandes penalidades porque, una Navidad más, el Celta se vuelve de la Copa a casa como el Almendro. El año pasado contra el Atlético Baleares, el anterior contra el Ibiza y hoy contra el Espanyol. Grandes penalidades viendo que el Celta invirtió 6 millones de euros en un proyecto de jugador que es más proyecto que jugador en estos momentos. Grandes penalidades porque toca, un año más, concienciarse de que estamos 17º en la Liga y hay que intentar ganar al Elche el viernes de Reyes para no resucitarlo. Grandes penalidades porque el año del Centenario empieza así. Grandes penalidades por ver a Iago Aspas estar más cerca de la retirada sin estar rodeado de jugadores que puedan ayudarnos a ganar algo. Grandes penalidades porque el Espanyol hace debutar a un central mundialista con México por el que acaba de pagar 8 kilos y en el Celta sigue diciendo que no necesitan refuerzos. Grandes penalidades porque es difícil asimilar un 3-1 contra un Espanyol tocado. Te ha metido tres con muy poco. Pero, volviendo al principio, no sería justo analizar todo si no es desde los once metros. Hoy no hubo grandes penalidades ni después de la prórroga porque el Espanyol ganó 3-1, ni hubo grandes penalidades porque Martinez Munuera demostró que el VAR es una herramienta que viene para mejorar el fútbol.