El interventor del Alvia no sabía dónde estaba cuando decidió llamar al maquinista
Admite que la llamada no era urgente, pero que no tenía nada mejor que hacer. El empleado de Prosegur que viajaba a su lado, cree que podría haberla hecho en una estación, y detalla que se cortó de forma abrupta cuando el maquinista empezó a frenar
Santiago de Compostela
Intensa quinta jornada del juicio por el accidente del Alvia en Angrois, con más de cuatro horas de declaraciones, entre ellas, la del interventor del tren, el hombre que hizo la llamada poco antes del accidente y que descentró al maquinista, y la del otro piloto, que llevó el tren entre Medina del Campo y Ourense.
En una sesión que empezó con media hora de retraso, el primero en declarar fue Antonio Martín Marugán, un día después de que el secretario del atestado dijese que, en primera instancia, había negado dos veces la llamada.
Marugán explicó que "no sabía dónde estaba, si en una recta o en una curva", en el momento en el que decidió llamar al maquinista para resolver una cuestión que no era urgente, y que pasaba por mejorar el servicio a unos pasajeros que se tenían que bajar del tren en Pontedeume, una hora después del momento en que lo llamó, y después de las estaciones de Santiago y A Coruña.
"No tenía nada mejor que hacer y la hice", declaró el interventor, que argumentó que en las estaciones tenía que atender a otros cometidos. Comentó que le sonaba haber escuchado el aviso de proximidad a la estación de Santiago por la megafonía del tren, pero no supo precisar cuándo, y agregó que vio que había pasajeros de pie, que sí que sabían que el tren estaba muy próximo a la estación de Compostela.
A su lado viajaba Celso Cástor González, empleado de Prosegur, que testificó que él sí que era consciente de dónde estaban, y que percibió que el tren "circulaba más rápido de lo normal". A su juicio, la llamada podía haber esperado, y argumentó que en la estación de A Coruña el maquinista tendría que haber recorrido todo el tren para cambiar de cabina.
Sobre esta llamada, detalló que se cortó de forma abrupta, cuando el tren empezó a formar de forma abrupta, unos segundos antes del accidente.
Tras la breve declaración de un empleado de Renfe, que aportó muy pocos detalles a la causa, fue el momento de Javier Illanes, el maquinista que condujo el tren entre Medina del Campo y Ourense.
Entre oras cuestiones, en su larga declaración, expuso que la señalización no era suficiente y que no había una referencia clara de cuándo se debía frenar al llegar a la curva da Grandeira. De acuerdo con su versión, cada conductor "inventaba" un punto de frenado.
Iñigo Caínzos
Redactor en Radio Galicia desde julio de 2021. Graduado en Administración y Dirección de Empresas y...