Un vecino de Miño, investigado por dejar morir a su perra por inanición
En lo que va de año se han investigado 19 casos de maltrato animal


A Coruña
Un vecino de Miño ha sido acusado de un delito de maltrato animal. Dejó morir de inanición a su perra en una vivienda que tenía alquilada y que abandonó sin avisar a nadie para que se hiciese cargo de ella. Los hechos se remontan a octubre del año pasado y es ahora cuando la Guardia Civil cierra una investigación de meses tras localizar al hombre y ponerlo a disposición del Juzgado. El animal falleció con un cuadro de desnutrición severa. Desde enero hasta finales de julio el Seprona ha investigado 19 delitos de maltrato oficial en su ámbito de actuación. Es una cifra similar al del mismo período del año pasado. 6 personas han sido investigadas y han pasado a disposición judicial.
El cadáver del animal localizado por la Guardia Civil de Sada en octubre en una actuación en el piso. Avisó a la empresa de lacería de Abegondo que, a su vez, puso en conocimiento del caso al Servicio de Protección de la Naturaleza de la Comandancia de A Coruña. La necropsia realizada al animal reveló que había muerto por un fallo multiorgánico por inanición prolongada, por desnutrición severa, según explica el Cabo Primero del Seprona, César Álvarez.
Ocho meses después de ser localizado el cadáver del animal, las pesquisas de la Guardia civil han permitido dar con el paradero del individuo. Las diligencias instruidas fueron puestas a disposición del Juzgado de Betanzos. Al margen de este caso, el Seprona incide en la importancia del aumento en la concienciación social en garantizar el bienestar animal. César Álvarez afirma que existe una gran colaboración por parte de la ciudadanía y de las instituciones, que ponen en conocimiento de las fuerzas de seguridad cualquier sospecha o confirmación de un caso de maltrato animal.