Plasencia

Una de las principales preocupaciones, o de los problemas, cuando se vive en una pequeña población es la de tener servicios financieros, no hablamos de grandes oficinas o de atención personalizada, en muchos casos es el tener un cajero en todo el pueblo donde poder sacar efectivo. Son muchos los municipios que en los últimos años están siendo víctimas de la exclusión financiera. En la provincia de Cáceres al menos 53 municipios dejan de estar en esta exclusión tras la firma de los convenios entre el ente provincial y Caja Almendralejo para dotar de servicios financieros a estas poblaciones.

Se ha firmado el segundo de los convenios que va a afectar a un total de 19 municipios, después de los 34 de la primera convocatoria. Para ello la Diputación provincial de Cáceres destina 2.212.500 euros para que en los pueblos haya un cajero, una oficina o ambos servicios.

Los municipios que contarán de nuevo con estos servicios son Abertura, Belvís de Monroy, Cabañas del Castillo, Cabezabellosa, Cabrero, Casas de Don Gómez, Guijo de Granadilla, Huélaga, Jarilla, Mesas de Ibor, Oliva de Plasencia, Piedras Albas, Santibáñez el Bajo, Tiétar, Torrecillas de la Tiesa, Vegaviana, Viandar de la Vera, Villanueva de la Sierra y Villar de Plasencia.

En esta ocasión, de los 19 municipios, 13 han solicitado la apertura de oficina bancaria e instalación de cajero, para lo que se cuenta con un presupuesto de 109.544 euros, de los que una tercera parte -36.514 euros- es aportada por la Diputación de Cáceres, y la misma cantidad por la caja rural y por el propio ayuntamiento, que, a su vez, recibe una parte como ayuda de la Junta de Extremadura. Dos ayuntamientos han solicitado exclusivamente la apertura de oficina con atención presencial al público, con un presupuesto de 21.077 euros -7.025 euros cada una de las tres partes implicadas-, y cuatro ayuntamientos, la instalación de cajero, para lo que se cuenta con 97.318 euros, 32.440 euros cada parte.

Vivir en un pueblo sin servicio financiero

Nos hemos acercado hasta Villar de Plasencia para hablar con su alcaldesa, María José Pérez y comprobar como es vivir en un municipio sin entidad financiera, desde tener que prestar dinero a los vecinos "para comprar la bombona de butano" a acercarlos a la población más cercana con servicios financieros. Para la mayoría de los pueblos, con población muy envejecida, esto era un motivo de preocupación, ya que debían sacar una gran cantidad de efectivo y tenerlo en casa, ante la incertidumbre de cuándo poder ir a sacar dinero.

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Transformar la exclusión financiera en "inclusión financiera"

El presidente de la Diputación Provincial de Cáceres, Miguel Ángel Morales, ha destacado que la conjunción público-privada, diputación-entidad bancaria-ayuntamientos, ha hecho que se pueda "cerrar lo que era una exclusión y convertirla en una inclusión para dar un servicio fundamental, porque es importante garantizar, por ejemplo, agua potable, asesorar en temas de urbanismo, recogida de residuos, alumbrado público… asuntos que son obligación de la diputación, y lo hace, pero también es fundamental que nuestros mayores cuando cobren la pensión puedan verla, sacar dinero por si quieren dar a sus nietos o disponer de sus ahorros y verlos físicamente… eso es fundamental, por eso agradezco el compromiso de Caja de Almendralejo con nuestra gente, con nuestros pueblos”.

Con esta firma, en principio, ha indicado el presidente, se entiende que se ha cumplido con la inclusión financiera en la provincia, porque se ha atendido a todos los municipios que lo han solicitado. “Somos pioneros -ha continuado Morales- en intentar que la gente de los pueblos, por muy pequeños que sean, tengan una oficina bancaria, un cajero”, un ejemplo que, a su juicio, puede ser trasladado a otros lugares que sufren la misma problemática.