Plasencia

Desde que María Guardiola, presidenta de la Junta de Extremadura, anunciara el domingo la vuelta en el mes de octubre de las actividades cinegéticas en el Parque Nacional de Monfragüe, para el control de la población, se han ido sucediendo las reacciones. Por ejemplo, las de la ministra de Transición Ecológica en funciones, Teresa Ribera

En contra de esa vuelta de la caza a la que se denomina "joya medioambiental de Extremadura" se han posicionado también colectivos ecologistas como Seo/Birdlife, o la coordinadora de ONG´s medioambientales de Extremadura que agrupa a Adenex, Amus, Anser, Dema, Ecologistas en Acción Extremadura, Ecologistas Extremadura, Grus y Sociedad Extremeña de Zoología .

A favor se han posicionado la Federación Extremeña de Caza, así como diferentes asociaciones, partidos e instituciones. Pero no se había posicionado la Asociación de Amigos de Monfragüe, asociación creada hace dos años para defender el parque nacional, así como la pervivencia de los habitantes a los que afecta.

Asociación Amigos de Monfragüe

El presidente de la asociación, Francisco (Paco) Castañares, ha destacado en la antena de la Cadena SER que desde la asociación se ve con buenos ojos la vuelta de la actividad cinegética "no comercial" al parque nacional para controlar la población, ya que las acciones que se han llevado a cabo en los dos años que ha estado prohibido no sólo no han dado "los resultados esperados" sino que se ha realizado de manera "indignante".

Por un lado, Castañares ha señalado que son más de mil los jabalíes y otros mil venados los que hay que eliminar cada año para reducir la superpoblación que hay de estas dos especies en el parque nacional por la falta de depredadores naturales. Durante estos dos años en los que la actividad cinegética no ha estado activa se ha llegado como mucho a "500 en cada caso".

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La otra gran crítica ha sido la manera en hacer esa eliminación de animales mediante lo que la asociación denomina "cercones de la muerte" unos cercados donde se pone comida y cuando los animales hambrientos entran en los mismos en número suficiente los cierran y les "descerrajan un tiro en la nuca" o en los más grandes "los ametrallan".

Una acción que "no es discriminatoria" y no diferencia entre "hembras, crías, machos, ancianos, jóvenes" lo que no es el objetivo de esta acción. Por ello, la solución que se ve y que está autorizada tanto por la legislación nacional, regional y el Plan de uso y gestión del parque es la actividad cinegética no comercial para reducir esa población.

El propio Castañares ha reconocido que los cambios en la ley de caza, que él como director de la agencia de medio ambiente de la Junta de Extremadura impulsó, para evitar la caza en Monfragüe "no han funcionado" y ahora se ve como un "error".