“Es muy bonito ver que las primeras palabras de niños y niñas de origen extranjero son en euskera”
Conocemos el aula de 2 años del CEIP Judimendi y el cambio de modelo lingüístico de A a D
Judimendi apuesta por el modelo D ¿cómo van las cosas?
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Vitoria-Gasteiz
El CEIP Judimendi, en el corazón del barrio, comenzó el año pasado un proceso de cambio en el modelo coeducativo que refleja tanto las necesidades de la comunidad como una apuesta por el futuro de sus estudiantes, con el cambio de modelo lingüístico de A a D, que han comenzado este curso a partir del aula de 2 años. Todo ello además en un momento complicado, por la caída de los índices de natalidad y la falta de niños y niñas para llenar las aulas. "Este cambio no solo responde a una necesidad educativa, sino que también ha sido impulsado por una demanda creciente por parte de las familias del barrio. Los niños a pesar de que algunos no tienen como idioma materno el euskera, aprenden rapidísimo con las rutinas, y con todo lo que hacemos", han indicado la directora del centro, Amaia Zudaire, y el responsable de innovación, Aitor Idígoras.
"Lo importante es que hemos logrado una convivencia ejemplar, entre alumnos y familias, y es una gozada ver como las primeras palabras que muchos niños y niñas están diciendo son en euskera, incluso niños que llegaron hace poco al país. Esa es la magia de la inmersión", explicó Zudaire.
Dentro de las aulas la situación todavía mejora más, como nos cuentan las profesoras encargadas del aula de 2 años, Maialen Ruiz y Belén Fernández: “El proceso está siendo muy bonito, además es un aula que está llena y cuenta con una gran diversidad cultural y lingüística, lo que hace que el entorno sea super enriquecedor”. Los niños que ya tienen el euskera como lengua materna han tenido una adaptación más fácil, pero aquellos que no lo tenían como primer idioma están viendo un progreso muy bonito. “Poco a poco se les está viendo un progreso muy bonito y ya van diciendo palabras sueltas y frases hechas, en euskera, ya se nota mucho el avance”, ha indicado Belén Fernández.
Por su parte, Aitor Idígoras, responsable de innovación, destaca que la decisión de cambiar el modelo lingüístico fue una necesidad educativa, pero también una respuesta a los cambios demográficos del barrio. "En el País Vasco, el euskera es fundamental, y ofrecerlo a los estudiantes es garantizar sus derechos lingüísticos". A pesar de las dificultades de la caída de la natalidad, las cifras de matriculación han sido positivas, y el centro ha logrado llenar las plazas en el aula de dos años, con un total de 18 alumnos este curso y 14 matriculas ya hechas para el próximo año escolar.
Metodología
Para trabajar con los niños que no tienen el euskera como lengua materna, las profesoras emplean una metodología basada en cuentos y frases sencillas, “nos basamos mucho en cuentos, en frases ya hechas, frases sencillas que les sitúen en lo que les estamos contando y enseguida ellos son esponjas, cogen todo muy rápido”. explicó Fernández.
Cambios en el patio
El centro no solo ha renovado su modelo lingüístico, sino también sus instalaciones. El patio ha sido rediseñado para ser un espacio más inclusivo, con actividades que fomentan la convivencia y el juego en grupo. Las nuevas propuestas, como mesas de tenis de mesa y cabañas de mimbre vivo, buscan ofrecer un entorno más diverso y accesible para todos los estudiantes. "Hemos hecho un espacio más inclusivo y fácil para que cualquiera que llegue al colegio pueda encontrar su espacio y su grupo", indicó Aitor Idígoras.
Con la mirada puesta en el futuro, tanto Zudaire como Idígoras coinciden en que el próximo objetivo es consolidar el modelo de inmersión lingüística y continuar reforzando la convivencia en un espacio inclusivo. "Queremos que cada niño, independientemente de su origen, se sienta parte de la comunidad educativa y pueda desarrollarse plenamente".
