La primera planta de energía solar flotante de Álava evita la emisión de 104 toneladas de CO2
La firma vasca EMICA Solar apunta a nuevos proyectos en Euskadi: “Hay estudios preliminares para instalaciones en embalses de Euskadi”

Placas solares flotantes

Vitoria-Gasteiz
El Parque tecnológico de Álava acoge 196 placas solares flotantes, es decir, instaladas sobre una balsa de acumulación de agua. En año y medio han conseguido evitar la emisión de 104 toneladas de Co2. Este proyecto piloto ha sido impulsado por EMICA Solar, una empresa vizcaína en la que participan tanto el Gobierno Vasco como la Diputación de Bizkaia y que, tras la ampliación de capital de 500.000 mil euros que ha llevado a cabo, prevé una importante expansión este 2025 con proyectos en diferentes lugares, tanto en Euskadi como fuera.
Balsas y embalses
Este tipo de energía solar tiene varias ventajas: "No ocupa terreno, el panel es más eficiente porque está refrigerado y, además, disminuye la evaporación del agua", nos cuenta Jon Ander Agirrebengoa, director general de Emica, la firma vasca que prevé quintuplicar sus beneficios este año. En ese sentido Agirrebengoa apunta a que ya se está estudiando la potencialidad de instalación de estas placas en los embalses vascos. "Somos conocedores de que empieza a haber estudios preliminares para los diferentes embalses que hay en Euskadi para hacer parques flotantes y esperamos que, poco a poco, esos estudios- en el nuevo marco regulatorio- vayan dando paso a un primer proyecto flotante en un embalse de Euskadi", apunta Agirrebegoa.
Con respecto a los embalses, como el de Urrunaga, Agirrebengoa subraya que la normativa establece límites claros sobre la cobertura de placas solares flotantes: “La normativa marca coberturas máximas de un 5%, 10% o 15%, dependiendo de la calidad del agua de cada embalse”. Esto garantiza que, en ningún caso, las plantas flotantes cubran grandes porcentajes de la lámina de agua.
Otra de los espacios con gran potencialidad para poder acoger este tipo de infraestructuras son las balsas de riego. Agirrebengoa señala que, aunque existen muchas en Álava, “no hay tantas iniciativas de flotante en balsas como puede haber en otras zonas con más necesidad de riego, como Andalucía o Levante”. No obstante, asegura que “hay mucha infraestructura de balsa donde se podría instalar flotantes, no ocupando terreno para otros usos, y que esa energía generada podría ser suministrada a municipios cercanos”. Se estima que, solamente las balsas de riego de la Llanada alavesa, tienen un potencial de 40MW.
Interés institucional
Preguntado por el interés y la participación de las instituciones vascas en este tipo de energía, Agirrebengoa afirma que “las instituciones las hemos visto cerca, entendiendo las ventajas de una tecnología que no ocupa terreno para otros usos y que tiene grandes beneficios, como la reducción de la evaporación del agua almacenada”. También destaca que, en sus primeros años de actividad, desde Emica han percibido un “interés cercano” por parte de las autoridades.
Aunque el sector de la energía solar flotante en Euskadi está dando sus primeros pasos, Agirrebengoa es optimista sobre el futuro de esta tecnología. Sin embargo, reconoce que el proceso será gradual. “La velocidad suele ser moderada cuando se trata de marcos regulatorios nuevos y tecnologías emergentes. No se pasa de un proyecto de 100 kW a uno de 5 MW de un día para otro”, explica. A pesar de este desafío, se muestra esperanzado, ya que “hay un interés creciente y se están moviendo cosas. Esperamos ver más iniciativas trabajando en paralelo en los próximos años”.