La plantilla de Astilleros Balenciaga recibe con “prudencia” la decisión de Cofides y afirma que “quedan muchos pasos por dar”

San Sebastián

El sector naval en España ha recibido una noticia alentadora: la Compañía Española de Financiación del Desarrollo (Cofides) ha acordado una reducción significativa de la deuda de Astilleros Balenciaga, pasando de 15 a 8,5 millones de euros. Este preacuerdo, aunque aún pendiente de detalles y de la colaboración de otros acreedores, representa un paso crucial para la supervivencia de este emblemático astillero ubicado en Zumaia, Gipuzkoa.

Un respiro en medio de la tormenta financiera

Astilleros Balenciaga, con más de un siglo de historia en la construcción naval, ha enfrentado en los últimos años una serie de desafíos financieros que lo llevaron al borde del concurso de acreedores. La crisis económica derivada de la pandemia de COVID-19 afectó gravemente al sector naval, y Balenciaga no fue la excepción. A pesar de su reputación y de la calidad de sus construcciones, la empresa acumuló una deuda que, en su punto más crítico, alcanzó aproximadamente 80 millones de euros.

En un esfuerzo por evitar el colapso, la dirección de la empresa elaboró un plan de reestructuración que incluía la venta de dos buques a través de su filial Urola Shipping. Sin embargo, la negativa de Cofides a levantar las hipotecas navales sobre estos buques impidió la ejecución de este plan, lo que llevó a la empresa a solicitar el concurso voluntario de acreedores en noviembre de 2024.

"Es una buena noticia pero hay que tener precaución"

El comité de empresa de Astilleros Balenciaga considera una "buena noticia" la quita de parte de la deuda de la firma por parte de Cofides, aunque recuerda que hay "muchos acreedores" y pasos que dar todavía para salvar la firma, por lo que apela a la prudencia y, sobre todo, al apoyo institucional.

El representante de UGT, Daniel Sánchez, ha explicado que los sindicatos desconocen las cifras exactas de la quita, aunque les han comunicado que supondría aproximadamente el 50 % de la deuda total. Sánchez ha asegurado que se trata de una "buena noticia" y un primer paso para la continuidad de la empresa, pero ha remarcado que la cogen con "pinzas" ya que quedan "muchos pasos" en el camino. "Habrá que ver los hechos. De momento son palabras y no hay nada firmado", ha agregado.

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En este mismo sentido, David Tejera (CCOO) ha dicho que la decisión de Cofides supone un "paso hacia el buen camino" pero faltan cuestiones por cerrar por lo que ha apelado a la "cautela". Ha reclamado a las instituciones que se comprometan a trabajar para ayudar a los inversores que puedan coger las riendas del negocio y para que los nuevos proyectos se puedan construir. "Si remamos todos en el mismo sentido, llegaremos a buen puerto", ha concluido.

El papel de Cofides y la intervención institucional

Cofides, entidad pública dedicada a financiar proyectos de desarrollo empresarial, se convirtió en un acreedor significativo de Astilleros Balenciaga tras otorgarle un préstamo participativo durante la pandemia. La negativa inicial de Cofides a aceptar el plan de reestructuración propuesto por la empresa fue vista por muchos como un obstáculo insalvable para la continuidad del astillero. Esta postura generó críticas por parte de sindicatos y trabajadores, quienes acusaron tanto al Gobierno central como al autonómico de "empujar al cierre" de la empresa con sus decisiones.

Ante esta situación, el comité de empresa de Astilleros Balenciaga solicitó la formación de una mesa interinstitucional que incluyera al Gobierno Vasco, la Diputación de Gipuzkoa, el Ayuntamiento de Zumaia y la dirección de la empresa, con el objetivo de buscar soluciones que garantizaran el futuro del astillero. Aunque estas instituciones aceptaron la propuesta, la ausencia inicial de una respuesta por parte del Gobierno central generó preocupación entre los trabajadores.

El desafío de atraer inversores y garantizar la viabilidad

Aunque la reducción de la deuda es un paso significativo, la viabilidad a largo plazo de Astilleros Balenciaga dependerá de la capacidad de atraer inversores comprometidos y de implementar un plan de negocio sostenible. La competencia internacional, especialmente de países asiáticos, y la contracción de la demanda europea son desafíos que el astillero deberá enfrentar con estrategias innovadoras y una adaptación a las nuevas realidades del mercado naval.

La consolidación del sector en Euskadi, donde operan otros astilleros como Zamakona y Murueta, podría ofrecer oportunidades de colaboración y sinergias que fortalezcan la posición de Balenciaga en el mercado. Además, el respaldo de las instituciones locales y regionales será crucial para facilitar la transición y adaptación del astillero a las nuevas demandas del mercado.

El compromiso de los trabajadores y la comunidad

La plantilla de Astilleros Balenciaga ha demostrado un compromiso inquebrantable con la empresa. A pesar de las dificultades, los trabajadores han participado activamente en la búsqueda de soluciones, organizando concentraciones y manifestaciones para visibilizar la situación y exigir la implicación de las instituciones. La comunidad de Zumaia también ha mostrado su apoyo, consciente de la importancia del astillero para la economía local y el empleo en la región.

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