El Aurrerá de Ondarroa y el Abanto condenan la agresión entre jugadores de ambos clubes
Uno de los jugadores del Abanto ha tenido que visitar el hospital del San Eloy en dos ocasiones con policontusiones

Campo Municipal de fútbol de Zaldupe en Ondarroa

El fútbol vizcaíno se ha visto sacudido por un nuevo episodio de violencia tras el partido entre el Aurrera y el Abanto en el campo de Zaldupe, correspondiente a la jornada 23 de la División de Honor. Lo que debía ser un encuentro deportivo terminó en una pelea que involucró a varios jugadores y que podría acarrear sanciones importantes.
Los Hechos
Tras el pitido final del colegiado, que señalizó el empate 1-1, el guardameta local del Aurrera saltó la valla que delimita el campo y se enfrentó físicamente a un jugador del Abanto que no había sido convocado y que presenciaba el partido desde la grada. Según la denuncia del Abanto, el portero ondarrés golpeó repetidamente a su jugador con puñetazos y patadas, lo que generó un tumulto en el que se vieron involucrados otros dos jugadores del Abanto y un futbolista más del equipo local.
El resultado de la pelea dejó a un jugador del Abanto con policontusiones, lo que le obligó a acudir en dos ocasiones a urgencias en el hospital San Eloy. Además, otro futbolista visitante sufrió un fuerte impacto en un ojo y tuvo que recibir asistencia médica. Cabe destacar que el agredido principal se encontraba convaleciente de una operación en la rodilla y utilizaba muletas cuando presenció los hechos.
Denuncia del Abanto
El presidente del Abanto, Txemi Rodríguez, ha denunciado en Radio Bilbao la agresión verbal y física a sus jugadores. "Lo que no fue es una pelea, porque los nuestros, los cuatro jugadores nuestros, fueron los que se llevaron todos los palos, fue una agresión sin mediar ni previo aviso ni nada y lo segundo es que nadie durante todo el partido ni el árbitro refleja nada ni los directivos de la Aurrera que estaban allá al lado para decir que estaban insultado, con insultos machistas al portero. Es decir que en ningún lado está recogido ni reflejado", señala.
Disculpas del Aurrerá de Ondarroa
El presidente del club ondarrés, Mikel Santiso ha sido tajante en su rechazo a la violencia. "Lo primero es pedir disculpas a los jugadores agredidos. Lo segundo, al Abanto como club, porque de club a club también hay que disculparse. Y lo tercero, a nuestra afición", afirma en Radio Bilbao.
El dirigente dejó claro que no habrá justificación posible para lo ocurrido: "Lo que no vale ahora es intentar justificar porque los que hayan hecho mal son jugadores de mi equipo. Esto hay que erradicarlo, no se puede aceptar, hay que condenarlo y hay que poner medios para que no vuelva a ocurrir".
Además, criticó la hipocresía con la que en ocasiones se aborda la violencia en el fútbol: "Lo que no vale es que cuando pase en otros clubes digamos 'qué mal está esto' y luego, cuando ocurre en el nuestro, taparnos los ojos. Eso no vale", apunta con rotundidad.
El detonante
Santiso si reconoce el origen, el detonante de los hechos. "En el segundo tiempo llamé la atención a un grupo de chavales, en los que parece ser que algunos eran jugadores del Abanto, porque estaban insultando y metiéndose con el portero. Les dije: 'Chavales, que no andáis bien, que una cosa es animar, otra es gritar, pero eso no", cuenta.
Según el dirigente, el episodio pareció calmarse, pero en los últimos minutos del partido se habrían producido insultos de extrema gravedad contra el guardameta local. "Me cuentan que le dijeron cosas metiéndose con su madre y con su novia, Ya no eran simples insultos de 'qué malo eres', sino algo más grave, con tintes machistas y homofóbicos", apunta.
Posibles Sanciones
La Federación Vizcaína de Fútbol, su comité de competición, deberá ahora analizar los informes y el acta arbitral para determinar las sanciones correspondientes. La gravedad del incidente podría acarrear suspensiones para los jugadores involucrados e incluso medidas disciplinarias para el club anfitrión.Sanciones internas.
El Aurrera de Ondarroa, por su parte, ha comenzado a tomar medidas internas mientras espera las sanciones oficiales de la Federación. "Por nuestra parte, vamos a poner todos los medios para que esto no vuelva a suceder. Eso lo tenemos claro y de hecho ya hemos tomado las primeras medidas", asegura Santiso.
El club aplicará su propio reglamento interno, pero aguardará la resolución federativa para actuar en consecuencia. "Nos hemos reunido con los capitanes del equipo y, cuando la Federación tome una decisión firme, cumpliremos con nuestro propio protocolo disciplinario", explicó.