El Chacho se la juega el domingo en Mallorca

Vitoria-Gasteiz

Coudet llegó a Vitoria un martes, fue presentado el miércoles y quedó eliminado en la Copa del Rey el jueves. Enfrente estaba un equipo de mucha menor categoría, la Deportiva Minera, que le sacó los colores en el campo del Cartagena. Fue una mala carta de presentación pero se consideró que apenas había tenido tiempo para conocer a sus jugadores y empaparles con su ideal. Se hablaba de un técnico que solía jugar con cuatro defensas, un medio que se suele incrustar en la zaga, gente de banda vertical y dos delanteros.

Pero con el paso de las jornadas tuvo que mantener el esquema del 4-2-3-1 tan asimilado por esta plantilla tras el paso de Luis García Plaza por el banquillo albiazul. En las últimas semanas sí ha apostado en un par de ocasiones por comenzar los partidos con Kike García y Toni Martínez en la delantera. Pero no ha dado con la tecla para sacar buenos resultados. 22 puntos a estas alturas de la película son muy pocos y tan solo lleva 8 en diez jornadas de liga. Su antecesor consiguió 14 puntos en 15 partidos. Y fue cesado.

El pasado sábado, cuando se perdió con el Espanyol en Vitoria, se especuló con su cese. “Entendería cualquier decisión pero mi idea es ir a trabajar el lunes a full”, aseguró convencido. Sobrevivió al sábado, sobrevivió al domingo y sobrevivió al lunes, cosa que no pasó con García Plaza meses antes. Sergio Fernández, director deportivo, viajó en persona a Argentina para convencer a Coudet y, cuando se selló el compromiso, se anunció el cese del técnico madrileño. Mucha gente en Vitoria considera que fue un grave error.

Apoyo oficial pero dependiente de los resultados

Aunque se sigue insistiendo desde la entidad que el equipo ha mejorado con el de Buenos Aires, las sensaciones son diferentes. El anterior entrenador nunca estuvo en puestos de descenso y Coudet tiene ahora mismo al Glorioso penúltimo en la tabla. Oficialmente se muestra la confianza en él pero en esta entidad el que tiene la última palabra es el propietario, Josean Querejeta. El presidente del Grupo Baskonia-Alavés no suele tener dudas a la hora de sacar a pasear la guillotina. Si el equipo pierde el domingo o si deja malas sensaciones, lo normal sería un nuevo cambio de ciclo.