Cinco años del primer caso de COVID-19 en Euskadi: el virus que cambió nuestras vidas
De los primeros contagios en 2020 a la lucha contra el COVID persistente en 2025: Euskadi recuerda el impacto de la pandemia que dejó 8.500 fallecidos y miles de afectados
Bilbao
El 28 de febrero de 2025, se conmemoran cinco años desde la detección de los primeros casos de COVID-19 en Euskadi. En el programa "Hoy por Hoy Euskadi", Gonzalo Loza ha recordado cómo se vivieron aquellos primeros momentos y cómo la pandemia ha impactado en la comunidad vasca desde entonces.
Los primeros casos en Euskadi
La noche del 28 al 29 de febrero de 2020, mientras en Euskadi se debatía sobre la catástrofe de Zaldibar y las elecciones autonómicas, se confirmaron los dos primeros casos de COVID-19 en la región. Uno de ellos en Gipuzkoa y otro en Álava, ambos relacionados con viajes recientes a Italia y Andalucía, respectivamente. El caso de Álava correspondía a un profesional sanitario, un médico, y ambos pacientes fueron aislados para evitar la propagación del virus.
Poco después, se confirmó un tercer caso en Euskadi, también un profesional sanitario que había tenido contacto con los primeros infectados. La consejera de Salud de aquel entonces, Nekane Murga, informaba sobre estos primeros contagios y reconocía que los planes iniciales de respuesta tendrían que adaptarse a la nueva realidad que se avecinaba.
Evolución de la pandemia en Euskadi
A medida que avanzaban los días y las semanas, la situación se fue agravando. Las autoridades implementaron medidas más estrictas para contener la propagación del virus, intentando que los contagios se produjeran de manera escalonada para evitar el colapso del sistema sanitario. Durante este período, la mayoría de la población se vio afectada de alguna manera por el virus, ya sea directamente o a través de las restricciones impuestas.
La llegada de las vacunas supuso un rayo de esperanza en medio de la crisis sanitaria. Las primeras dosis se administraron a personas mayores y personal sanitario, marcando el inicio de una nueva etapa en la lucha contra la COVID-19. Sin embargo, el camino hacia la recuperación ha sido largo y complejo.

Impacto en la salud y la sociedad vasca
Cinco años después, las secuelas de la pandemia siguen presentes en Euskadi. Según datos oficiales, se han atendido a 800.000 pacientes con COVID-19 en atención primaria, 40.000 han requerido hospitalización y, lamentablemente, 8.500 personas han perdido la vida a causa del virus. Estas cifras reflejan el profundo impacto que la pandemia ha tenido en la comunidad.
Además, muchas personas continúan sufriendo los efectos a largo plazo de la enfermedad. Isabelle Delgado, presidenta de la asociación Long Covid Euskal Herria, ha señalado que, cinco años después, los síntomas de muchos afectados no han mejorado; de hecho, la mayoría ha experimentado un empeoramiento en su estado de salud. Esta situación ha llevado a la creación de la primera unidad de COVID persistente en Euskadi, con el objetivo de ofrecer una atención especializada a quienes siguen padeciendo las secuelas del virus.
Reflexiones desde el ámbito sanitario
El actual consejero de Salud ha destacado que la experiencia acumulada durante estos años ha sido una verdadera escuela para Osakidetza, el servicio vasco de salud. Cada paciente ha aportado conocimientos valiosos, y el sistema sanitario ha tenido que adaptarse constantemente para enfrentar los desafíos impuestos por la pandemia. La creación de unidades especializadas y la implementación de protocolos actualizados son reflejo de este aprendizaje continuo.
Por su parte, Agustina Castaño, miembro de la Asociación Long Covid, ha expresado que, aunque la creación de la unidad de COVID persistente ha tardado en materializarse, representa una esperanza para quienes siguen lidiando con las secuelas de la enfermedad. No obstante, también ha manifestado dudas y la necesidad de que se continúe investigando y ofreciendo apoyo a los afectados.
Mirando hacia el futuro
A cinco años del inicio de la pandemia en Euskadi, la sociedad continúa adaptándose a una nueva normalidad. Aunque se han logrado avances significativos, como la vacunación masiva y la creación de unidades especializadas, el camino hacia la recuperación total aún presenta desafíos. La experiencia vivida ha dejado una huella imborrable en la comunidad vasca, reforzando la importancia de la solidaridad, la resiliencia y la adaptación frente a situaciones adversas.
La conmemoración de este quinto aniversario sirve no solo para recordar los momentos difíciles, sino también para reconocer el esfuerzo colectivo y los aprendizajes obtenidos en la lucha contra la COVID-19 en Euskadi.