Ander, un padre agradecido: "Óscar De Marcos es un chute de energía para los niños con cáncer"

Bilbao

Oscar De Marcos, futbolista del Athletic Club, siempre ha destacado no solo por su desempeño en el terreno de juego, sino por su calidad humana fuera de él. Lo que muchos no sabían es que, de forma discreta y sin publicidad, ha dedicado parte de su tiempo libre a visitar a niños en la planta de oncología infantil del Hospital de Cruces.

Esta labor altruista, que De Marcos siempre quiso mantener en privado, ha salido ahora a la luz sobre todo tras el anuncio de su retirada a final de temporada. Ander Uribe, padre de un niño que superó el cáncer, es uno de los testigos de estas visitas personales. “Es un chute de energía. Cuando las horas son largas y todo parece negativo, estas acciones hacen felices a los niños y a sus padres”, relata Uribe emocionado.

Visitas personales que marcaron la diferencia

Aunque el Athletic Club organiza anualmente una visita navideña institucional, De Marcos iba más allá. “Coincidí con él dos veces. Una con varios jugadores y otra vez que vino solo. Ahí te das cuenta de que es cercano, que realmente se preocupa”, recuerda Uribe. Estas visitas eran actos espontáneos, sin cámaras ni comunicados, solo la voluntad de brindar apoyo y alegría.

Para Uribe, esos encuentros marcaron un antes y un después durante el tratamiento de su hijo. “En esos momentos tan duros, ver a alguien como De Marcos acercarse, sin pretensiones y con una sonrisa sincera, te devuelve un poco de esperanza. No es solo para los niños, también para nosotros, los padres, que vivimos con la angustia diaria”, explica.

El padre también recuerda una anécdota especial: “Mi hijo estaba desanimado tras una sesión especialmente dura. Justo ese día apareció Oscar, sin avisar, con un balón bajo el brazo. Se sentó, charló con él y le hizo reír. Esa noche, mi hijo se durmió con una sonrisa que no veía desde hacía semanas”.

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Un legado más allá del fútbol

Raúl García, alcalde de Laguardia, localidad natal de De Marcos, también destacó su impacto: “Ha puesto a nuestro pueblo en el mapa, pero, sobre todo, ha demostrado ser una persona ejemplar”.

Con su retirada, De Marcos deja un legado imborrable. Como bien dice Uribe: “Gracias por lo que has hecho y ojalá sigas llevando esa luz a quien más lo necesita”. Porque la verdadera grandeza no se mide en goles, sino en gestos como estos.