“Estamos saturados de infraestructuras, somos la zona de sacrificio de Álava”
Instituciones y vecinos denuncian que la construcción del TAV unida a los megaproyectos de renovables amenazan con ahogar el entorno de Ribera Baja
"Valles alaveses" dicen basta a las infraestructuras proyectadas en sus tierras.
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Vitoria-Gasteiz
La gran cantidad de infraestructuras proyectadas, como los megaproyectos de energías renovables, o en construcción, como la adecuación de la estación ferroviaria en Manzanos para el tren de cercanías o la nueva línea del Tren de Alta Velocidad, están ahogando los valles alaveses. Una situación que ha llevado a la movilización de Ayuntamientos, concejos y plataformas en favor de los valles alaveses para que se modifique el proyecto definitivo. "Estamos rodeados de infraestructuras y no tenemos ninguna vía de desahogo", denuncian.
En estos momentos hay dos proyectos en ciernes; por una parte el tren de cercanías que se debe poner en marcha este 2025, una línea que irá desde Miranda hasta Alsasua, pasando por esta zona y que implica diferentes trabajos como la eliminación del paso a nivel de Manzanos, y la construcción de la nueva línea del TAV, con su bypass correspondiente para llevar los pasajeros hasta Miranda, ya que las mercancías irá directamente hasta Vitoria.
Todo esto está generando la expropiación forzosa de terrenos, de alto valor agro ganadero en la zona de Berantevilla, Ribera Baja y Armiñón, que se suma a un importante impacto medioambiental y unos elevados costes. Amado Martínez de Iturrate, alcalde de Ribera Baja denunciaba que "la expropiación de terrenos para estos proyectos de renovables y el TAV, que se están instalando en tierras agrícolas productivas, suponen una amenaza directa para los sectores agro ganaderos locales".
El portavoz de la plataforma en defensa del tren público y social, Endika Ruiz de Loizaga, expresó la alarma que sienten los habitantes de la zona, señalando que el TAV y otros proyectos están “haciendo caso omiso de las necesidades del territorio y de sus habitantes, además el impacto ambiental de estas obras no ha sido evaluado adecuadamente, ya que nos están imponiendo infraestructuras sin tener en cuenta las consecuencias medioambientales. Exigimos que se frenen las expropiaciones y se escuchen nuestras alternativas".
Proyecto alternativo
Desde la plataforma se puso encima de la mesa un proyecto alternativo con menor coste y más respetuoso con el medio ambiente, basado en la adecuación de la vía convencional, una opción que, según aseguran, "ahorraría hasta 1.000 millones de euros en el tramo Burgos-Gasteiz". Sin embargo, esta propuesta no ha sido considerada por las autoridades. “Llevamos nuestra propuesta al Gobierno Vasco, al Ministerio de Transportes e incluso a Bruselas, pero nadie ha tenido la voluntad de estudiarla”, ha indicado Ruiz de Loizaga, quien también resaltó que la propuesta mejoraría la conectividad sin necesidad de crear una nueva línea de alta velocidad.
Energías renovables
Por otro lado, el alcalde de Ribera Baja, Amado Martínez de Iturrate, destacó que los proyectos no sólo afectan a la infraestructura ferroviaria, sino también al ámbito de las energías renovables. "Estamos viendo cómo los valles alaveses se están convirtiendo en el objetivo de grandes proyectos de energía solar, lo que está alterando el equilibrio del territorio".
La inquietud se extiende también a Quintanilla, donde está proyectada una subestación eléctrica en terrenos de alto valor agrícola, coincidiendo con el paso del trazado del TAV. Jesús Castro, presidente del concejo de Quintanilla, indicaba que “nos están poniendo una barrera detrás de otra: primero la línea de alta velocidad y ahora la energía solar. Estas tierras no están disponibles para estos proyectos, y los vecinos lo saben”.
Las expropiaciones ya están en marcha, y las autoridades locales han solicitado a los políticos que reconsideren el impacto de estos proyectos en la región. “Lo que se está haciendo es duplicar infraestructuras sin tener en cuenta alternativas más económicas y menos destructivas para el territorio”, indicó Martínez de Iturrate. En este sentido, los habitantes de los valles alaveses siguen luchando por una solución que contemple las necesidades del territorio, y han convocado una manifestación para el 22 de marzo, donde esperan aumentar la presión sobre las instituciones para que reconsideren los proyectos en curso.
