Los hogares unipersonales superan por primera vez en Euskadi a los compuestos por familias con hijos
290 mil personas viven solas frente a los 289 domicilios en los que conviven varias personas
Bilbao
Los hogares unipersonales superan por primera vez en Euskadi a los núcleos familiares con hijos con 290.497 ciudadanos que viven solos frente a los 289.361 domicilios en los que conviven más personas.
Estos datos se incluyen en la Encuesta de Familias y Hogares de Euskadi (EFH), realizada por el Órgano Estadístico del Departamento vasco de Bienestar, Juventud y Reto Demográfico, cuyos detalles ha explicado este viernes la consejera Nerea Melgosa.
El sondeo, que se elabora cada cuatro años, recoge un aumento del número de hogares, que ha pasado de 863.556 en 2015 a 937.737 en 2023, lo que supone un incremento del 8,6 %, sin apenas variación de población.
Los hogares nucleares, aquellos constituidos por progenitores e hijos han ido descendiendo, ya que en 2015 eran 308.602, en 2019 bajaron a 305.140 y en 2023 a 289.361, por lo que suponen el 30,8 % del total, aunque en ellos habitan el 48,1 % de la población vasca (1.059.900 personas)
En los últimos 4 años además se han contabilizado 17.000 familias monoparentales más en el País Vasco. Además, 290.497 personas viven solas, por encima por primera vez de las familias formadas por padres, madres e hijos.
Melgosa ha indicado que en los últimos cuatro años se han sumado 27.000 nuevos hogares de solo una persona, incremento que es de 75.000 si se compara con 2015, lo que supone un fenómeno que va al alza.
Por porcentajes, 13,18 % de la población vasca vive sola y ocupa casi un tercio del total de los hogares (31 %). La consejera ha precisado que no se trata de personas mayores, sino que cada vez son más los jóvenes que optan por una vida en solitario cuando se emancipan.
Hogares cada vez más pequeños
Como consecuencia de todos estos cambios el tamaño medio del hogar ha pasado de 2,48 personas en 2015 a 2,35 en 2023.
La consejera ha atribuido el incremento de los hogares unipersonales, no solo a la decisión de los más jóvenes de vivir solos, sino también al aumento de las separaciones matrimoniales, al retraso de la maternidad y al aumento de parejas "no formalizadas", entre otros factores.
Melgosa ha llamado la atención sobre el cambio que se ha producido en la sociedad vasca, donde cada vez hay más hogares, pero menos niños. "Euskadi es una sociedad moderna, los valores han cambiado y los principios también" porque la encuesta refleja que cada vez más personas deciden hacer una vida independiente.
Esta nueva composición social afecta también a las políticas públicas, ha advertido la consejera, quien ha señalado que deben revisarse para hacer frente a este fenómeno porque el enfoque no es igual para "una sociedad en la que lo principal sean los niños que cuando hay necesidades más individuales", lo que no implica que se vaya a dejar de atender a los núcleos familiares más tradicionales.
Situación de las familias vascas
La encuesta también analiza algunas de las percepciones que tienen las familias vascas con respecto a materias como la vivienda, la situación económica y la relación con los hijos.
Un 0,2 % tiene una ausencia total de ingresos y un 6,3 % afirma que aunque los tiene son insuficientes para cubrir las necesidades básicas, como comida, vestido y calzado. Además, un 15,7 % de las familias vascas subrayan que tienen necesidad de arreglos en su vivienda y solo un 3,2 % afirma que su hogar tiene un estado deficiente.
En cuanto al número de hijos, un 11,7 % de los hogares vascos tienen menos de los deseados, la mayoría, algo más de la mitad de ellos, por causas naturales. Sí alegan otras cuestiones como carecer de recursos económicos, la precariedad laboral, que supondría un obstáculo en la carrera profesional, dificultades para conciliar vida personal y laboral, y la falta de espacio.
Los cuidados también aparecen en la encuesta, en la que un total de 69.772 personas afirman haber interrumpido la actividad laboral por problemas asociados a la conciliación, el 80 % mujeres, más del doble de las que lo hacían en 2019.
Un 6,5 % de los hogares vascos detecta una sobrecarga de trabajo por el cuidado de personas mayores. En un 15,3 % de las casas alguno de sus miembros tiene una enfermedad grave y en un 15,4 % al menos una de las personas sufre una discapacidad.