El centro de menores de Loiu, con 65 plazas ocupadas, tendría capacidad para acoger a más menores no acompañados
Bizkaia tiene hoy acogidos a 511 menores extranjeros
El centro de menores de Loiu, con 65 plazas ocupadas, tendría capacidad para acoger a más menores no acompañados
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Bilbao
Este miércoles se celebra en Santa Cruz de Tenerife una Conferencia Sectorial de Infancia y Adolescencia en la que está previsto que las comunidades autónomas aborden la acogida solidaria de menores migrantes desde zonas con recursos saturados, como Canarias. Esta conferencia llega tras semanas de polémica en torno a la reforma de la ley de Extranjería que plantea el Gobierno para regular un reparto equitativo de los jóvenes y sobre la posición del PP respecto a la acogida solidaria entre territorios, a lo que se opone su socio en cinco comunidades, Vox.
Situación en Bizkaia
En Bizkaia, actualmente hay acogidos 511 menores extranjeros no acompañados. Uno de los centros principales de acogida es el de Loiu, que a día de hoy alberga a 65 chavales, todos ellos menores extranjeros no acompañados provenientes de Marruecos, Argelia o países subsaharianos. Estos menores están divididos en cinco grupos de 13, y el centro, según ha confirmado el trabajador y delegado de CCOO, Raúl Jiménez, tendría capacidad para acoger a otros 26 menores más.
Opinión de los trabajadores del centro
Raúl Jiménez, entrevistado sobre la situación actual del centro, destaca que todos los menores son extranjeros no acompañados de diferentes orígenes, incluyendo marroquíes, argelinos y subsaharianos de Gambia o Ghana. Jiménez señala que recientemente se ha observado un aumento de menores subsaharianos en detrimento de marroquíes y argelinos.
"Estos chicos, los subsaharianos, vienen con pasaportes de dudosa procedencia y muchos de ellos son mayores de edad. Nos hemos encontrado con menores que luego reconocen tener hasta 30 años", explica Jiménez, subrayando la dificultad y las implicaciones de determinar la edad real de los menores a través de pruebas de edad, las cuales a menudo se inclinan a considerarlos menores para evitar que queden desamparados en las calles.
La vida de los menores en el centro
En cuanto a la vida cotidiana de los menores en el centro, Jiménez aclara que son adolescentes completamente normales que van a clase y participan en actividades extraescolares. "Son chavales normales que vienen con una mochila cultural diferente, pero que poco a poco se van integrando", dice. Añade que, aunque hay algunos casos problemáticos, representan un porcentaje mínimo.
Futuro de los menores
Raúl Jiménez aborda también el tema del futuro de estos menores una vez alcanzan la mayoría de edad. Aquellos que han estado en centros formativos suelen pasar a albergues propios de estos centros o a pisos tutelados por la Diputación. Sin embargo, existe un período difícil de transición en el que los jóvenes, hasta que reciben ayuda, pueden enfrentarse a la falta de recursos.
Jiménez también desmonta el mito de que estos jóvenes viven de ayudas sin trabajar. "El tema de las ayudas no es gratuito, hay filtros y no todos tienen derecho a ellas", afirma.
Raúl Jiménez, que convive a diario con estos jóvenes, tiene claro que esta realidad no va a desaparecer y está convencido de que estos chavales, que ya son parte de nuestra sociedad, aportarán mucho en el futuro. "El futuro laboral y de servicios viene de la mano de estos chavales", concluye, señalando que el cambio en los perfiles laborales es inevitable y que estos jóvenes están dispuestos a trabajar y contribuir a la comunidad.