Las federaciones de Álava y Euskadi trabajan en un proyecto para mantener y potenciar los coros infantiles y juveniles

Vitoria-Gasteiz

Los coros de Álava no están pasando por su mejor momento, a pesar de haber aumentado en número con respecto a hace 10 años, donde nos encontrábamos apenas una veintena de agrupaciones, mientas que en la actualidad "tenemos 33 coros federados con 900 coralistas, pero también hay otras agrupaciones que no están federadas y hacen muchas actividades y conciertos en la ciudad, por lo que estaríamos hablando de más de 1.000 coralistas", ha indicado la secretaria de la federación alavesa de coros, Maite Vicuña

El cambio de hábitos, una mayor oferta en las extraescolares y la pandemia han hecho un cocktel letal para que los coros alaveses estén inmersos en una pequeña crisis, de la que ya dieron la voz de alarma hace algunos meses. Crisis para la que desde la federación alavesa de coros y los propios coros están tratando de poner remedio con programas y actividades orientadas sobre todo a los más jóvenes, porque lo que falta es eso, relevo generacional.

Por todo ello tanto desde la federación como desde el coro Samaniego, en palabras de su presidente Miguel Ángel Otazu, "no podemos hablar de crisis y sí de evolución natural, pero sí que es cierto que existe una falta de relevo generacional que tenemos que atajar y seguir trabajando para atraer y convencer a los más jóvenes y que no se pierda esta tradición". De hecho desde la federación alavesa se pusieron en marcha hace años con la creación de la asociación infantil de coros alaveses Arabatxo, "que está haciendo un trabajo maravilloso con muchas actividades del la mano del Ayuntamiento", indica Vicuña.

Pero este no es el único paso que han dado, ya que están manos a la obra "con varias reuniones entre las federaciones de Álava y Euskadi con las instituciones para poner en marcha lo antes posible una estrategia para mantener y potenciar los coros infantiles y juveniles, porque ellos van a ser los futuros cantantes", ha indicado el presidente de la federación alavesa, Andrés Ruiz.

Fusionar estilos

El futuro de los coros alaveses pasa, como ya ha ocurrido con otros estilos como el jazz, por la fusión y combinación de estilos, el aportar algo más y no sólo quedarse en la belleza de cantar, "como esta haciendo ahora mismo la Banda Municipal, que cada miércoles introduce en sus conciertos algo diferente, un día danza, otro teatro y al siguiente bailarines de salsa, algo más para atraer al público", ha explicado Maite Vicuña. Mientras, Miguel Ángel Otazu apuesta por extender el guante a los colegios e ikastolas, "para que vuelvan a recuperar las clases de música y despierten las ganas de los más jóvenes por este estilo musical, que en el caso nuestro ya estamos mezclando con otros estilos en algunos conciertos haciendo cosas muy chulas y atrayendo algo más de público.

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Tras la pandemia casi todo ha cambiado y han sido muchos los txikis que se han decantado por otras actividades alejados de los coros, pero Maite Vicuña también lo ve como "una oportunidad de que le demos una vuelta a la cultura y la evolución que estamos viviendo como sociedad. Tenemos que buscar hilos por dónde tirar y que la edad media del público baje, con esa mezcla de estilos".