Muere Richard Serra, el escultor que 'domó' el tiempo en el Museo Guggenheim de Bilbao
Su obra está representada en los más importantes museos y colecciones del mundo, pero la pinacoteca bilbaína es un espacio privilegiado para disfrutar de ella
El escultor minimalista estadounidense Richard Serra, mundialmente famoso por trabajar con piezas de acero monumentales, falleció este martes a los 85 años. El artista murió en su casa de Long Island, en Nueva York, por una neumonía, según informó su abogado, John Silberman, al diario 'The New York Times'.
Nacido en San Francisco (California) en 1938, de padre mallorquín y madre ucraniana, Serra es considerado uno de los escultores más importantes de la vanguardia del siglo XX. Su obra está representada en los más importantes museos y colecciones del mundo, entre ellos el Guggenheim de Bilbao, donde su conjunto escultórico 'La materia del tiempo' ocupa una sala entera.
Conocido por las grandes dimensiones de su trabajo en acero y por integrar su obra con la arquitectura o el entorno natural, el artista obtuvo el Premio Príncipe de Asturias en 2010. Su arte propone la participación activa del espectador mientras formula una relación entre escultura y espacio a través de las sensaciones transmitidas por la materia, el volumen, la masa y el peso. "Soy un escultor interesado en la invención de la forma, no de las imágenes. Si te interesa la invención de la forma, tienes que entender de dónde nace esa forma. Cómo se ha desarrollado, cómo la gente ensambla y monta cosas", decía el escultor.
Una relación especial con España
Aunque la obra de Serra está representada en los mejores museos y colecciones del mundo, probablemente el mejor lugar para entenderla es el Guggenheim de Bilbao. La Sala 104 del museo bilbaíno es el único espacio en Europa cuyas características permiten albergar estas impresionantes obras. 'La materia del tiempo', cuya exposición se celebró con anterioridad en Los Ángeles y fue organizada por el Director del Museo de Arte Contemporáneo (MOCA), Richard Koshalek, y Julia Brown, conservadora de exposiciones especiales del Solomon R. Guggenheim Museum, Nueva York, permite al espectador percibir la evolución de las formas escultóricas del artista, desde la relativa sencillez de una elipse doble hasta la complejidad de una espiral.
Tal y como explica el Guggenheim en su página web, "la totalidad de la sala es parte del campo escultural: como ocurre en otras de sus esculturas compuestas por muchas piezas, el artista organiza las obras con determinación para mover al espectador a través de ellas y del espacio que las rodea. La distribución de las obras a lo largo de la galería crea pasillos de diferentes proporciones (anchos, estrechos, alargados, comprimidos, altos, bajos) y siempre imprevistos". "En la instalación también hay una progresión del tiempo. Por un lado, el tiempo cronológico que se tarda en recorrerla y observarla de inicio a fin; por otro, el tiempo de la experiencia en el que los fragmentos del recuerdo visual y físico permanecen, se combinan y se reexperimentan", añaden.
Serra tenía una relación especial con España, aunque no siempre le ha ido tan bien en nuestro país. En 2006, el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, en Madrid, anunció que una de sus esculturas, Equal-Parallel-Guernica-Bengasi, de 36 toneladas, "se había perdido". Había sido un encargo para su inauguración y años más tarde, por falta de espacio, estaba custodiada en un almacén en Arganda del Rey. Serra realizó gratis un duplicado, que llegó al museo en diciembre de 2008 y que está expuesta al público en su colección permanente a partir de diciembre de 2009. Una desaparición misteriosa, de una obra monumental, que el escritor y periodista Juan Tallón recogió en su novela 'Obra maestra'.