Javier Aguirresarobe: "Hay mil formas de hacer ver la realidad"

San Sebastián

Su primera foto fue la de una pistola. "Me acuerdo como si fuera ahora. Tendría 13 ó 14 años". Fue su hermano, fotógrafo profesional, quien le dijo que pulsara el disparador de la cámara. Fue él también quien le inspiró, a seguir en ese mundo, aunque sus primeros trabajos nada tuvieron que ver con el ámbito cinematográfico.

El eibarrés Javier Aguirresarobe, convertido hoy en uno de los mejores directores de fotografía a nivel internacional, recordaba este jueves en los micrófonos de Hoy por Hoy San Sebastián cómo fueron sus inicios en el campo de la imagen y bromeaba al mencionar las diferentes etapas por las que ha ido pasando. "Con mi hermano hice todo tipo de trabajos... algunos tipo BBC como bodas, bautizos y comuniones". Pero fue, sin duda, la película "La Caza" de Carlos Saura (1996) la que le impactó. "Me quedé absolutamente atónito, quedé maravillado. Más tarde pude decírselo a Carlos"".

Aguirresarobe, que cuenta con una larga lista de galardones, entre ellos, seis premios Goya, decidió tomar el camino cinematográfico tras ver que en el cine podía estar su vocación. Ingresó en una escuela de cine y el talento comenzó a hablar por sí solo. "Realmente -explica- no hacía fotografías artísticas ni tenía una cámara Leika como otros. De hecho, hacía pocas fotos. Lo que pasa es que intuía la luz y siempre he sido una persona que está observando cuál es su naturaleza. Eso me permitía descubrir el carácter de las películas. Tienes que aplicarte para reproducir exactamente algo que estás viendo o trastocando. Hay mil formas de hacer ver la realidad".

Tras una destacada trayectoria, Javier Aguirresarobe recalca la importancia de trabajar en proyectos con potencial proyección: "Estoy convencido de que hay gente que hace unos trabajos admirables pero también es clave tener una película que tenga su repercusión, ya que ayuda a meterte en otros proyectos. Gracias a ello he tenido grandes oportunidades".

La enorme repercusión en el cine español le permitió darse a conocer a nivel internacional, participando en diversas producciones en Hollywood a lo largo de su carrera. "La película más complicada siempre es la primera que haces. Que confíen en ti no es fácil. Es cierto que hay un pequeño factor de suerte y coincidencias".

Únete al canal de WhatsApp de la SER

"El cine está cambiando -insiste-. Las narrativas modernas buscan la luz de maneras más imaginativas, lo cual no implica que sea mejor ni peor, sino distinto. Ahora hay escenas donde los actores están diciendo cosas importantísimas y están a oscuras, sin que se les vea los ojos ni la mirada. Nosotros venimos de los primeros planos, miradas y luces dirigidas. Ahora me apetece encontrarme con una película en la que se resalten este tipo de prácticas, admito que en ese aspecto soy un tipo clásico".

Javier Aguirresarobe recoge los gestos y el paisaje y los aúna con las emociones interiores, convirtiendo lo aparentemente invisible en sentimientos visibles. Planos que en las cintas duran unos pocos segundos a menudo llevan detrás una tarde entera de esfuerzo. "Pero no darse cuenta de ello al visualizar la obra es precisamente cómo se verifica un buen montaje". Aguirresarobe valora mucho el hecho de verse absorbido por una película y dejarse llevar: "el mejor montaje es el que no se nota, es una ley de oro. Hay que pensar como un espectador más. Evitar desviaciones que nos saquen de la película. Se disfruta más cuando te olvidas que estás viendo la película y estás metido en ella. Preservar esa magia es lo mejor del trabajo, un camino que merece la pena".