El Athletic se duerme en Almería y deja escapar la Champions

No solo fue incapaz de ganar a un Almería desahuciado, si no que estuvo a punto de perder el partido. El Athletic no pudo doblegar en el Nuevo Estadio de los Juegos del Mediterráneo a un rival que se quedó con diez jugadores al inicio de la segunda mitad por la doble amarilla que vio Ramazzani. El jugador belga agarró a De Marcos cuando buscaba internarse en el área. Valverde se frotaba las manos. Su equipo iba a tener ventaja numérica durante más de media hora, pero ni esa circunstancia favoreció a los bilbaínos. Lo tenía todo en su mano para robarle la cuarta plaza de Champions al Atlético de Madrid, para acercarse al FC Barcelona, para alejar aún más al Betis, pero no fue capaz de coger ese tren.

Un punto que sabe a derrota

Eso dijo De Marcos nada más acabar el partido. El lateral de Laguardia fue sincero. "No hemos tenido continuidad, hemos fallado muchos pases fáciles, no hemos encontrado el camino y es un punto que sabe a derrota", posiblemente se refería a esa posibilidad que acababa de dejar pasar el equipo. Y es que no fue el Athletic que se vio en el Calderón, pero si fue el Athletic que se vio en Granada, o en Valencia o en Cádiz. Es la tercera salida consecutiva sin hacer gol. Así no se pueden ganar partidos. Raúl García estuvo a punto de hacerlo, pero su fantástico remate de cabeza lo rechazo el travesaño. El balón se lo puso Herrera y el remate olía a gol, pero el poste evitó que el delantero celebrase su partido 600 en Primera División con el tanto de la victoria.

No hubo más oportunidades en toda la segunda parte. De hecho, el Athletic tuvo más en la primera cuando los dos equipos jugaban con once. Arrancó con un disparo de Vesga que paró Maximiano, Galarreta mandó arriba una bolea desde fuera del área, Villalibre disparó al portero en una internada escorada a la derecha y Paredes remató de cabeza un córner que obligó al portero almeriense a hacer la parada del partido. Luego llegó la sequía en la segunda mitad, y eso que Valverde lo intentó de todas las maneras posibles, metió en el campo toda la capacidad ofensiva de su banquillo. Quitó el centro del campo (Galarreta y Vesga) para meter a Sancet y Herrera, antes habían entrado Muniain y Raúl García tras el descanso, y terminó dándole minutos a Adu Ares por un desaparecido Berenguer. Nada de eso resultó.

A punto de perder

El Athletic volvía a ser el equipo de las últimas salidas, exceptuando la del Metropolitano en Copa. Fue incapaz de hacer gol por tercer partido consecutivo a domicilio en Liga. El remate de Raúl García pudo haberlo evitado, pero acto seguido el Almería perdonó en una contra mal defendida por los bilbaínos. Gonzalo Melero la pegó dentro del área tras la cabalgada de Marezi. Su disparó se fue al poste izquierdo de la portería de Simón, que posiblemente lo hizo lo suficientemente bien para cerrar los espacios con su salida. Todo el equipo respiró. Hubiese sido la puntilla a un mal encuentro que le da un triste punto a los 'leones' que regresan a Bilbao desilusionados, como su parroquia.