Punto de orgullo y preocupación en Girona

San Sebastián

Las lesiones de rodilla marcaron el inicio del duelo. Dovbyk no pudo jugar al tener tocado el menisco y Odriozola sí se vistió de corto, pero a los 50 segundos se fue al suelo. En la primera acción, en un despeje, su rodilla derecha le hizo un giro feo y, pese a sus ganas por seguir, Imanol no dudó: mejor no arriesgar y cambio (las primeras exploraciones mostraron que sufre una hiperextensión de la rodilla derecha). Apareció Aramburu para medirse entonces a Savinho y vaya si lo hizo. El brasileño le probó una y otra vez y todo acabó, VAR mediante, en combate nulo. Y es que el gol anulado al Girona en el minuto 24 es difícil de entender.

El enfado rojiblanco es entendible porque aunque sí que es cierto que Savinho, en el inicio, estaba en fuera de juego, pero es que transcurrieron 40 segundos de juego hasta el tanto de Yangel Herrera. Hubo tres centros (ataques) al área, con dos despejes del balón por parte de jugadores de la Real Sociedad. El colegiado (Gil Manzano), claro, dio gol porque los centros y el último remate a gol fueron limpios, aunque desde el VAR (Del Cerro Grande) le advirtieron del fuera de juego en el primer desmarque de Savinho y todo quedó invalidado.

Tras el descanso, el primero en avisar fue la Real con una acción de Becker. El extremo logró zafarse bien de Blind, aunque le faltó paciencia para definir. Su tiro, además, le provocó un tirón en los músculos isquiotibiales la pierna derecha y tuvo que ser sustituido. Entonces Imanol aprovechó para meter a pesos pesados como Barrene y Merino para agitar un poco el partido. Lo logró y, también, secó a un Girona que ya no estaba tan cómodo ni aseado con el balón.

El último cuarto de hora fue trepidante, con una buena ocasión de Brais, un posible penalti de Stuani sobre Pacheco y una gran parada de Remiro ante el tiro de Yangel Herrera. El resultado no se movió, y eso que Valery tuvo el 1-0 en el 95′, y ambos conjuntos sumaron un trabajado, y merecido, punto. Lo peor de todo las lesiones, de Odriozola, Becker y Oyarzabal, que no pudo jugar los últimos minutos.