La ludopatía femenina invisibiliza. "Si el hombre tiene un problema de juego es el pobrecito, pero si lo tiene una mujer es una cabrona"
El 48% de las personas que juegan en España son mujeres, pero tan solo 1 de cada 10 acuden a terapia, según la Asociación Alavesa de Jugadores en Rehabilitación, ASAJER. Entre las causas, el estigma social que provoca que muchas de ellas lo guarden en secreto y no quieran hacer frente al problema
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Reportaje EP103 | La ludopatía también tiene género
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Ser ludópata ya de por sí es un problema complejo de hacer frente por todo lo que rodea a esta situación: y es que está mal visto por gran parte de la sociedad por el hecho de perder grandes cantidades de dinero y no ser capaz de parar, generando así problemas económicos, familiares y vitales. Pero este problema se agrava si esa ludopatía la sufre una mujer: crítica y estigma social entre las causas. Así lo explica, Ana Herrezuelo que es psicóloga en la Asociación ASAJER: "Si el hombre tiene un problema de juego es el pobrecito, pero si lo tiene una mujer es una cabrona, decimos: fíjate cómo está arruinando a su familia. El ser mujer está unido a una serie de roles que uno tiene que adquirir y que tienen que funcionar perfectamente: tienen que ser buenas madres y buenas esposas".
La soledad de la mujer
La mujer no solo está peor mirada, la mujer está sola. Son muchas las que acuden a rehabilitación y lo hacen sin familiares ni amigos, cosa que es muy común con los hombres. Mari Carmen nos explica su caso. "El día que se supo mi problema con la ludopatía llamaron a mi familia y ellos me llevaron a la asociación, lo que pasa es que me llevaron y ahí me dejaron. Cuando se hacían las terapias había grupos con familiares o amigos, yo en cambio siempre iba a sola. Mi hija estuvo sin hablarme durante 5 años". Y para conocer la otra parte hablamos con Jon Antón, ex ludópata y ahora presidente de la Asociación Alubiz Bilbao. "No vienen nunca acompañadas, casi siempre las dejan en la puerta, las dejan tiradas. El hombre, como en mi caso, está rodeado por todo su círculo, sobre todo femenino, cuando precisamente son ellas luego las que acuden solas a este tipo de terapias".
Lo que le lleva a la mujer a jugar
Entre hombres y mujeres lo que le lleva a cada parte a comenzar el juego es diferente. "El hombre entre más por impulsos, se nos educa más en el azul y en ser capitanes de barco. En cambio, las mujeres entran más al juego en un estado de depresión. No son todos los casos iguales, pero normalmente las mujeres optan por autocastigarse a través del juego", explica Jon Antón. Esta es una idea que completa Ana Estévez, que es profesora titular en la Universidad de Deusto. "La problemática del juego en las mujeres tiene que ver más con síntomas depresivos o ansiosos. Además, es mucho más probable que una mujer juegue para tratar de evitar sus problemas: como búsqueda de aliviar un estado emocional como la tristeza".