Aurora Elósegui , pionera en la atención judicial a la discapacidad

San Sebastián

Por su constante dedicación a la atención judicial a la discapacidad y respuestas judiciales adaptadas a las necesidades particulares de cada individuo, anticipándose a las reformas legales, la magistrada Aurora Elósegui Sotos se ha convertido en referente en el ámbito de la justicia. Como titular del Juzgado de Primera Instancia número 6 de San Sebastián, y hasta su jubilación hace tres años, no solo identificó carencias en la infraestructura sino que abogó por un enfoque en red para facilitar la evolución positiva de la atención a la discapacidad.

Este año, el Foro Justicia y Discapacidad, creado por el Consejo General del Poder Judicial y presidido por el vocal Juan Manuel Fernández, ha decidido otorgar a la magistrada uno de sus XVI premios anuales como reconocimiento a si trayectoria profesional, en la que destaca la contribución al mejoramiento de la vida de las personas con discapacidad y la eliminación de cualquier forma de discriminación y barreras.

Elósegui recibe el premio en la categoría “A una trayectoria profesional”, quien fue titular del primer juzgado especializado en discapacidad e internamientos involuntarios. “Ahí empezó todo, con dedicación y un poco la pelea por conseguir que en San Sebastián, uno solo de los seis juzgados que éramos en ese momento se dedicara a estas materias, desde entonces pues yo lo he llevado más de 20 años”, explica Elósegui en 'Hoy por Hoy San Sebastián'.

“En los juzgados en los que yo empecé a trabajar, no veíamos problemas de discapacidad”, cuenta, “en mi  primer contacto con la discapacidad, me invitaron a dar una charla. Y me puse a estudiar. Pensé, qué demonios estamos haciendo, estamos haciendo todo al revés. La legislación de entonces era muy vaga, muy amplia”.

Además de su dedicación personal Foro ha querido reconocer la labor pionera de la magistrada, más allá de la sala de justicia, al sentar las bases para un enfoque más comprensivo y adaptado a las distintas necesidades de las personas con discapacidad a las que iban dirigidas las resoluciones.

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“Generar confianza era también generar una forma de trabajar diferente. Tenías muchas veces que desplazarte tú, eso no estaba en nuestra mentalidad. Teníamos que hacer un trabajo transversal de equipo y faltaban herramientas, los trabajadores sociales no estaban acostumbrados a trabajar con el juzgado. Los médicos no estaban acostumbrados a trabajar con el juzgado ni tampoco nosotros con ellos” .Según explica, las carencias eran numerosas, "no había seguridad, comodidad para los accesos, eso poco a poco se ha podido ir arbitrando. Sin embargo, esa forma de trabajar en red para generar esa confianza, yo creo que es lo que ha hecho que esto haya evolucionado mucho”.

Elósegui se anticipó al nuevo paradigma derivado del modelo social que se consolidaría en la Convención de Nueva York y, en materia de salud mental, en el Convenio de Oviedo. Y el objetivo, situar a la persona con discapacidad, incluyendo sus voluntades, preferencias y aspiraciones, en el centro de valoración de cada caso. Un cambio esencial para garantizar que las decisiones judiciales sean más sensibles y adaptadas a las necesidades específicas. En lo que llama a seguir trabajando.