En libertad vigilada un hombre por agredir sexualmente a su exnovia dormida en San Sebastián
El inculpado no ingresará en prisión, después de que el tribunal haya suspendido la pena de cárcel con la condición de que no vuelva a delinquir en los tres próximos años
Vista de la Audiencia Provincial de Gipuzkoa. / GOOGLE MAPS
Un hombre ha sido condenado este lunes a dos años de cárcel tras llegar a un acuerdo con la Fiscalía y la acusación particular por el que ha admitido haber agredido sexualmente a su exnovia mientras ella dormía en su domicilio de Donostia.
Inicialmente, ambas acusaciones reclamaban nueve años de prisión para el varón, aunque tras el reconocimiento de los hechos han accedido a rebajar su petición de condena hasta los dos años de prisión y diez de libertad vigilada.
Además, el procesado, al que se le ha aplicado la atenuante cualificada de reparación del daño causado tras haber ingresado en la cuenta del juzgado una compensación de 6.948 euros para la víctima, no podrá acercarse a la mujer ni comunicarse con ella durante los próximos quince años.
Sin embargo, el inculpado, defendido en esta causa por las letradas Mari Paz Sa Casado y Teresa Fernández Caballero, no ingresará en prisión, ya que la pena de cárcel la ha sido suspendida por el tribunal con la condición de que no vuelva a delinquir en los tres próximos años.
Según el escrito de acusación del Ministerio Público, al que ha tenido acceso EFE, los hechos, que han sido enjuiciados en la Sección Tercera de la Audiencia de Gipuzkoa, sucedieron sobre las 14.00 horas del 13 de febrero de 2020, cuando el varón acudió al domicilio de su expareja a pesar de que la relación sentimental entre ellos había terminado hacía más de dos meses.
No obstante, el encausado aún mantenía en su poder una copia de las llaves que la víctima le había proporcionado, con las que entró en el piso para acceder a continuación a una habitación en la que la mujer se encontraba dormida.
Seguidamente, el hombre se desnudó, se introdujo en la cama y, "con ánimo de satisfacer sus deseos sexuales", "prevaliéndose de que la mujer estaba dormida", le quitó la ropa interior, "le practicó sexo oral" y "le introdujo los dedos en la vagina sin su consentimiento".
Al despertarse, prosigue el documento, la damnificada se percató de que el acusado "tenía la cabeza entre sus piernas", por lo que se levantó de la cama y abandonó el dormitorio.
El texto de la Fiscalía explica que, a raíz de estos hechos, la víctima "sufrió afectación psicológica" y el Juzgado de Violencia sobre la Mujer emitió una orden de protección de la víctima
