Sigue el enfado de la Real con el arbitraje de Munuera

San Sebastián

La Real Sociedad sigue indignada con el arbitraje de Munuera Montero. Pasan las horas y el enfado del equipo txuri-urdin no cesa. Y en sus redes sociales no tiene reparos en clamar contra el colegiado andaluz. Todo lo que se muerde la lengua su entrenador, Imanol Alguacil, que está dando una lección de compostura y autogestión; lo está hablando el resto del club. Sin ninguna cortapisa. Es que se trata de una situación que es para no callarse. Y la Real, en una posición totalmente de club, titula en la crónica de su web del partido con un clarificador “Así, imposible“, en referencia inequívoca al doble rasero con el que Munuera Montero ha tratado dos acciones iguales, dos manos dentro del área. En una pitó penalti a favor del Atletico, en la otra no señaló nada a favor de la Real.

“La Real ha caído por 2-1 frente al Atlético de Madrid en el Cívitas Metropolitano en un partido muy condicionado por la actuación arbitral: un penalti a favor de los donostiarras que, tras la llamada del VAR, el árbitro no ha señalado y otro, en el tramo final a favor de los locales, que no ha dudado en pitar”, comienza la crónica de la Real Sociedad subida en su página web. Crónica que ha terminado de la siguiente manera: “Derrota tras un penalti por mano no señalado a favor de la Real y otra mano para el Atlético, en esta ocasión sí, que no ha habido dudas en pitarlo. Así, imposible”.

El club donostiarra, muy enfadado con la actuación de Munuera Montero, no duda en clamar contra el colegiado andaluz, porque en otro tuit que ha subido durante el partido también ha expresado sin pelos en la lengua su malestar. “¿Alguien nos explica lo de las manos?”. Y en otro tuit publicado tras el encuentro del Metropolitano se dirige directamente al colectivo arbitral: “Hay que buscar una solución“, señalan desde la Real Sociedad. La indignación del club donostiarra con Munuera Montero es tremenda, y con esa sensación de sentirse claramente perjudicado por sus decisiones parceladas se vuelve a San Sebastián, con la sensación de que por su culpa se ha quedado en Madrid un punto que le había costado sudores fríos sacarlo adelante.