La Real de Imanol vuelve en Mestalla
Victoria del equipo txuri-urdin en su visita al Valencia con las armas que tradicionalmente le habían servido hasta el momento: por la mínima y con portería a cero. Carlos Fernández marcó un golazo, pero sufrió tras el descanso pese a tener un jugador más.

VALENCIA, 27/09/2023.- El delantero de la Real Sociedad Carlos Fernández (c) protege un balón ante Fran Pérez, del Valencia, durante el encuentro de la jornada 7 de LaLiga EA Sports entre Valencia CF y Real Sociedad, este miércoles en el estadio de Mestalla en Valencia. EFE/ Biel Aliño / Biel Alino (EFE)

San Sebastián
La Real Sociedad ganó en Mestalla recuperando algunas de las señas de identidad que le habían caracterizado la temporada pasada, y que les llevó hasta la clasificación para la Champions League, y que esta temporada por una razón u otra habían desaparecido. Se puede decir que la Real de siempre, la de Imanol, volvió en casa del Valencia para sumar su primer triunfo a domicilio, aunque no fuera de la manera más ortodoxa. Volvió a ganar por la mínima, dejando su portería a cero y sabiendo defender con solvencia su resultado a favor, todo lo que hasta ahora en el presente curso se le había negado.
Con todo, la Real Sociedad sufrió demasiado para sumar tres punto valiosísimos. Sufrió porque se mostró muy tocada físicamente, algo que debería preocupar de cara al derbi vasco de este sábado. Aunque de Valencia se regresara sin ningún jugador lesionado. Y eso que Imanol apostó por refrescar a su equipo, consciente de que no pueden jugar siempre los mismo, porque sino mata a su equipo antes de llegar a noviembre. Hasta siete variantes introdujo, dejando fuera a jugadores indiscutibles como Zubeldia, Le Normand, Kubo, Zubimendi y Brais Méndez. Y dando entrada a jugadores que hasta ahora habían tenido poco protagonismo como Pacheco, Urko, Turrientes, Cho, Carlos Fernández y un Aritz Elustondo que se había pasado más tiempo hasta ahora en la enfermería que sobre el terreno de juego. Y a pesar de eso, el conjunto donostiarra cuajó una primera parte notable, adelantándose en el marcador, llegando con ventaja al descanso, y forzando la expulsión del valencianista Amalah.
Pero aunque el escenario le fuera muy beneficioso para la segunda parte, se complicó la vida porque no supo interpretar el partido, o no pudo porque el cansancio le pesó en exceso. Sea como fuere, la Real rompió la dinámica peligrosa en la que había entrado esta temporada, la de no ser capaz de aguantar un resultado a favor, porque en todos los partidos se había adelantado y en todos (salvo en Canarias) le habían empatado. Y precisamente si por algo se caracterizaba la Real de Imanol era por su solvencia defensiva cuando marcaba primero. En Valencia regresó esa Real sólida, aunque tuviera que sufrir más de la cuenta al jugar contra diez. Pero con más o menos cansancio, supo defender su botín y volver a Donostia con el primer triunfo a domicilio.
El gran protagonista de la victoria en Mestalla fue Carlos Fernández. Marcó un soberbio golazo en la primera parte, conjugando todas sus cualidades en una misma jugada: su capacidad de desmarque, su virtud para revolverse y su rapidez para maniobrar en pocos metros. Fue el Carlos Fernández que habíamos conocido antes de su grave lesión y que lamentablemente hasta ahora no se había visto en la Real. El pase de Tierney leyendo su movimiento, su control y giro rapidísimos, y su disparo armando la pierna derecha sin dar opción al defensa... Carlos Fernández había vuelto. Normal que lo celebrara con rabia y que sus compañeros le fueran a abrazar. Porque pocos como ellos saben lo mal que lo ha pasado. Es un trabajador incansable, que no regatea un esfuerzo para intentar recuperar su mejor versión. Pero entre su ansiedad y sus ganas de agradar parece que jugaba revolucionado, y no le salía nada de lo que intentaba. Este gol sirve para que gane autoestima, para acallar voces críticas que decían que no tenía nivel para estar Real, y para que se tranquilice, porque ya no tiene que demostrar nada a nadie, sino que simplemente debe seguir jugando de esa manera.

Roberto Ramajo
Entro en el grupo en 2002 como redactor de prácticas. En 2005 se incorporó a la redacción en Gipuzkoa...