Las asociaciones vascas llaman a la cooperación internacional ante las "situación crítica" de las personas migrantes
Isa Eguiguren, de Salvamento Marítimo Humanitario; Josune Mendigutxia, de Irungo Harrera Sarea; Helena Ruiz de Azúa, de Zaporeak, e Itxaso Agirre, de la Red de Acogida Ciudadana de Donosti , en 'Hoy por Hoy Euskadi'
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La realidad migratoria y las políticas actuales, a debate en 'Hoy por Hoy Euskadi'
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San Sebastián
Una red de acogida coordinada, políticas conjuntas entre los países europeos y, sobre todo, el cumplimiento de la Ley. Son las bases para evitar los titulares cruentos entorno a la migración masiva de países en conflicto y la partida de miles de personas que no siempre llegan a su destino. Así lo han expresado en 'Hoy por Hoy Euskadi' las ONG´s que a diario trabajan con personas refugiadas.
Isa Eguiguren, de Salvamento Marítimo Humanitario; Josune Mendigutxia, de Irungo Harrera Sarea; Helena Ruiz de Azúa, de Zaporeak, e Itxaso Agirre, de la Red de Acogida Ciudadana de Donosti son portavoces de quienes trabajan por proporcionar asistencia y refugio a personas que arriesgan sus vidas en la búsqueda de un futuro mejor, un desafío humanitario y social que demanda una atención urgente. La situación, aseguran, es crítica en la actualidad.
"La tripulación y los voluntarios reconocen que pasan por situaciones muy duras y complejas, son personas que llevan meses, e incluso años de recorrido, que sufren todo tipo de violencias", explica Egiguren, "parece que siempre hablamos de negros pobres, hace poco nos reunimos en Palermo y hablamos con un chico de Gambia, recién graduado como actor, y con un recorrido muy duro". En el caso del Aita Mari, esperan solventar todas las trabas burocráticas para salir en Septiembre a una nueva misión.
Cruzar fronteras, atravesar cuerpos de agua y sortear obstáculos naturales representa solo una parte de los desafíos a los que se enfrentan aquellos que no pueden permitirse ir en avión y cuya incertidumbre sobre su recepción en destino añade tensiones adicionales a su experiencia.
A pesar del trabajo previo y los cientos de voluntarios, la creciente presión sobre los recursos y la capacidad de acogida puede llevar a situaciones de saturación y dificultades en la gestión de la llegada de personas. Es el caso de Zaporeak, con capacidad para ofrecer 2.000 comidas en los campamentos de refugiados de Lesbos: "En estos ocho años la situación solo ha empeorado, la gente llega de Turquía a Grecia pensando en el sueño de Europa, pensando que sus derechos van a ser respetados y se encuentran con cárceles a cielo abierto", denuncia Ruiz de Azúa.
Todas insisten en la necesidad de abordar la situación desde una perspectiva humanitaria, respetando los derechos humanos de cada individuo y llaman a una cooperación internacional más sólida para abordar las causas subyacentes de la migración, así como políticas que promuevan una integración efectiva y una distribución equitativa de responsabilidades entre las partes involucradas. Una llamado a la solidaridad, la comprensión y la colaboración entre naciones y comunidades para abordar los desafíos humanitarios y sociales que presenta la realidad actual.