Con Oyarzabal siempre hay que contar
La Real Sociedad gana al Getafe en Reale Arena (2-0) con la participación estelar del eibarrés, que marca el 1-0 tras fallar un penalti, y de Kubo. Silva vuelve dar un recital en la mediapunta. Los txuri-urdin mantienen la cuarta plaza con 51 puntos
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La Real gana al Getafe y así te lo analiza Roberto Ramajo
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San Sebastián
La Real Sociedad se dio un buen baño de autoestima con una trabajada victoria contra un Getafe bastante pobre en el Reale Arena. Los donostiarras quieren seguir mirando a la Champions League, y para eso es fundamental ganar este tipo de partidos, cerrados e incómodos para un equipo que quiere tener la posesión de balón. Pero el Getafe estuvo lejos del nivel que venía ofreciendo en semanas anteriores y apenas aguantó con su plan conservador media hora. El gol de Oyarzabal, que había fallado minutos antes un penalti, al filo del descanso abrió el partido y cambió la dinámica de cara a la segunda parte en la que Kubo puso la puntilla con la octava asistencia en la liga de Mikel Merino. Los azulones apenas tuvieron mordiente arriba y deberán seguir remando para conseguir la permanencia en Primera.
Como se esperaba, por la disposición táctica de los dos equipos, fue la Real Sociedad la que volvió a querer imponerse con la posesión de la pelota, mientras el Getafe esperaba replegado para intentar salir rápido a la contra. Eso sí, de inicio los azulones (de rojo en el Reale Arena) no se limitaron a poner el autobús, sino que trataban de pisar el área de Remiro con centros laterales, aunque sin posibilidad de remate, y sobre todo aprovechando errores en el pase en la medular. Con el paso de los minutos, la Real intentó subir una marcha a su juego, obligando a replegarse más al Getafe, que defendía adelantado en línea de tres cuartos, con las líneas muy juntas, haciendo muy incómodo el partido a los realistas al no dejar espacios por dentro para que aparecieran Silva, Merino y Brais Méndez. Iba de menos a más la Real, pero el choque parecía más en donde quería el Getafe… hasta que llegó Oyarzabal para agitarlo.
Sin estar en su mejor momento de forma, aún costándole todavía bastante para parecer al de antes de la grave lesión que sufrió, siempre hay que contar con Oyarzabal. Siempre. Lo volvió a demostrar contra el Getafe. Primero dio el susto con un entrada a la rodilla que se había dañado. Se recuperó, y casi cojeando provocó un penalti que parecía salvador, tal y como se estaba poniendo el partido, porque no parecía que pasaba nada. El Getafe no quería que pasara nada. Y la Real sí que quería, pero no era capaz. Melero López no vio la entrada de Djene sobre Oyarzabal, pero por fortuna está el VAR. El eibarrés lanzó la pena máxima, pero a diferencia de otras ocasiones, está vez lo hizo mal y David Soria le adivinó las intenciones con su flojo disparo que le salió encina muy centrado. Esa jugada podía ser decisiva de cara al resto del partido, pero el propio Oyarzabal se encargó de minimizar el posible daño. Porque siempre hay que contar con él. Y apareció a los pocos minutos, en casi la última jugada de la primera parte. El eibarrés cazó un rechace dentro del área después de un remate de Brais Méndez y un mejor centro de David Silva. Pero Oyarzabal, siempre Oyarzabal, se cobraba pronto la revancha de su fallo en el penalti, y lo que convertía en clave era el 1-0 que cambiaba completamente el escenario del partido..
Con el marcador en contra se esperaba un Getafe algo más ambicioso tras el descanso. El plan de partido de esperar y aprovechar el fallo de la Real ya no le servía a Quique Sánchez Flores. Lo intentaron los azulones, obligaron a intervenir con acierto a Remiro en un par de ocasiones; pero al mismo tiempo dejaron más espacios por dentro, se desordenaron un poco y eso permitió a los txuri-urdin ser felices encontrando líneas de pase que hasta entonces no aparecían, pudieron correr y buscar la espalda de la defensa del Getafe. Y así llegó la sentencia, con un gran jugada De Silva y otra asistencia de Merino para que acabara la transición Take Kubo. La Real se quitaba las dudas de un plumazo para mirar al derbi de San Mamés con ambición.
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Roberto Ramajo
Entro en el grupo en 2002 como redactor de prácticas. En 2005 se incorporó a la redacción en Gipuzkoa...