El desconocido militar alavés que se rebeló contra Alfonso XIII y a favor de la República en 1930
El Ateneo Republicano publica la reedición de la obra "Ángel García Hernández, un alavés para la historia", la biografía de un capitán natural de Vitoria cuyo sentimiento antimonárquico fue crucial para la proclamación de la Segunda República
Vitoria
Ángel García Hernández es un nombre prácticamente desconocido en Vitoria, pese a su histórico liderazgo durante la sublevación de Jaca (Huesca) en diciembre de 1930 contra del rey Alfonso XIII. Su posterior ejecución fue un factor determinante que detonó la proclamación de la Segunda República cuatro meses más tarde en Eibar.
El Ateneo Republicano de Vitoria ha querido recuperar la figura de este militar alavés, devorado por el paso del tiempo, con la publicación de la reedición ampliada de la obra 'Ángel García Hernández, un alavés para la historia', de Ildefonso Sáenz Tabueña, añadiendo más datos y un nuevo capítulo ("Los sublevados no eran unos insensatos").
El libro narra la biografía de Ángel García Hernández, militar alavés que se sublevó contra el Gobierno y la corona en Jaca el 12 de diciembre de 1930. Nació en la conservadora Vitoria de principios del siglo XX, de mayoría carlista, en el seno de una familia de tradición militar. A sus escasos 23 años, fue enviado a la guerra del Rif en Marruecos, lo que cambió totalmente su percepción.
José María del Palacio, coautor de la reedición, explica que pese a la rectitud y disciplina con la que se educó García Hernández, su experiencia en "la guerra colonial" en África le generó conciencia, ya que los soldados "estaban siendo empleados para una guerra injusta" a la que solo eran destinados los hijos de los obreros.
La monarquía con Alfonso XIII
España vivía una crisis profunda durante la dictadura de Primo de Rivera en la década de los 20, donde la corrupción política, el analfabetismo y las desigualdades reinaban. Además, Del Palacio afirma que los Borbones "se centraban más en ligar y malgastar el dinero que en dirigir el país"; tal era así, detalla el coautor, que cuando Alfonso XIII se exilió en 1931 contaba con el equivalente a 48 millones de euros, y 10 años después sólo le quedaban 18. También se le conoce por poseer una producción pornográfica y ser uno de los promotores de la pornografía en España.
Tras la firma del antimonárquico Pacto de San Sebastián, García Hernández y Fermín Galán, capitán que recibió influencias anarquistas, se rebelaron en Jaca el 12 de diciembre de 1930, con el apoyo de nueve partidos principalmente de derecha y centro-izquierda. Pese a la poca organización y falta de material, tomaron la ciudad. Sin embargo, el 14 de diciembre los capturaron y, tras un "juicio pantomima", fueron fusilados.
Ángel García Hernandez, historia de un militar alavés que se rebeló contra la monarquía
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El Gobierno era conocedor de lo que se estaba organizando en Jaca; de hecho, el general Emilio Mola envió personalmente una carta a Galán pidiendo que no llevara a cabo la sublevación, por lo que el capitán mantuvo la correspondencia en secreto, a fin de no desalentar a sus compañeros, y adelantó la fecha del levantamiento que en primera estancia estaba programado para el 15 de diciembre.
Su valentía y conciencia por la democratización del país les llevó a perder la vida, aunque no en vano, puesto que sus muertes establecieron "las condiciones adecuadas", apunta Del Palacio, para que el pensamiento antimonárquico se expandiera rápidamente, concluyendo el 14 de abril de 1931 con la proclamación de la República en Eibar.
Sin reconocimiento en Vitoria
Curiosamente, Ángel García Hernández no es el único militar alavés que se levantó en armas contra la monarquía. Ignacio Hidalgo de Cisneros y José Martínez de Aragón, ambos gasteiztarras, participaron en la toma del aeródromo de Cuatro Vientos (Madrid) el 15 de diciembre de 1930, el día posterior a la ejecución de los sublevados en Jaca. Otro vitoriano, Miguel Anitua, se enfrentó con los sublevados en 1936 en Álava tras el golpe de estado de Franco. Sin embargo, ninguno de estos cuatro destacados alaveses cuanta con un tributo o reconocimiento que recuerde su memoria en Vitoria, por lo que la ciudad "está en deuda con estos personajes", lamenta del Palacio.
El libro está disponible en la sede del Ateneo Republicano o poniéndose en contacto a través de ateneorepublicanoaraba@gmail.com.