Urkullu y Mendia acuerdan no polemizar en público sobre el centro de refugiados para Vitoria
"La competencia es del Gobierno de España y decidirá lo que tenga que decidir; nosotros solicitamos diálogo", ha insistido Zupiria
Iñigo Urkullu e Idoia Mendia rodeados del resto del Gobierno en una imagen previa al último pleno de Política General del Parlamento vasco / erredehierro
Vitoria
El lehendakari, Iñigo Urkullu, y la vicelehendakari, Idoia Mendia, han acordado poner fin a la escalada de declaraciones entre jeltzales y socialistas y no seguir alimentando en público la polémica sobre el centro de refugiados que el Ejecutivo central tiene previsto abrir en la antigua clínica de Arana de Vitoria y al que se han opuesto las instituciones vascas y el PNV.
El Ejecutivo vasco ha analizado la disputa en su reunión de este martes y ha decidido zanjarla e intensificar el diálogo. "La posición común es la de no suscitar ninguna polémica pública en torno a esta cuestión" ha anunciado el portavoz Bingen Zupiria que ha reconocido que "esta cuestion exige un dialogo permanente entre las instituciones, mayor del que en este momento se está produciendo".
En todo caso, Zupiria ha asumido que la última palabra es del Gobierno español. "Hoy por hoy y mientras no cambien las cosas, la competencia en materia de inmigración es del Gobierno de España que es el propietario de ese centro y decidirá lo que tenga que decidir. Nosotros solicitamos diálogo y colaboración con todo lo que tiene que ver con este proceso de migraciones y acogidas que hay que mejorar" ha señalado en referencia a cuestiones como la eduación, la sanidad o las ayudas que prestan las instituciones vascas.
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El centro de 350 plazas destinado a la acogida de refugiados y demandantes de asilo es uno de los ocho de estas características que el Ejecutivo de Pedro Sánchez prevé abrir en España. El proyecto trascendió hace unos días después de que Madrid sacara a licitación el futuro equipamiento. A partir de ese momento, se ha suscitado un cruce de duros reproches entre dirigentes del PNV y PSE y entre los ejecutivos central y vasco, que ahora Urkullu y Mendia han acordado frenar.
