Las prisas electorales y un 'marrón' urbanístico se cruzan en el Memorial del 3 de marzo de Vitoria

Fue hace casi dos años cuando las instituciones recogieron el guante de las asociaciones de víctimas y memorialistas que venían reclamando un centro que mantuviera vivo el recuerdo de los sucesos del 3 de marzo de 1976, cuando la Policía asesinó a 5 obreros durante el desalojo de una asamblea de trabajadores en la Iglesia de San Francisco de Vitoria. Hace dos años Gobierno vasco, Diputación, Ayuntamiento y el Obispado se comprometieron a impulsar en la propia iglesia del barrio de Zaramaga un memorial que diera testimonio de lo ocurrido aquel 3 de marzo y de las luchas obreras y democráticas de la época. En estos dos años, el proyecto se había mantenido en cierto letargo, hasta este viernes pasado. El viernes las instituciones emplazaron a una reunión urgente a la Asociación de víctimas del 3 de marzo y a Memoria Gara, el colectivo que lleva años reclamando el memorial. En esa reunión, las instituciones entregaron por primera vez a las asociaciones la documentación escrita -los estatutos- para dar luz verde a la Fundación que pilotará el memorial. Las asociaciones habían mantenido durante este tiempo algunos encuentros informales con las instituciones pero llevaban tiempo reclamando información escrita sobre el proyecto y no habían obtenido respuesta. Desde la asociación de víctimas además se quejan de que, más allá de esas reuniones que no han tenido transcendencia pública, las instituciones no han dado a las víctimas visibilidad «teniendo en cuenta de que somos los princiaples valedores de la documentación, testimonios y todo lo que atañe al contenido de ese futuro memorial», ha explicado Andoni Txasko. El caso es que este viernes por fin llegó esa información pero con una condición que dejó estupefactos a las dos asociaciones. Las instituciones les daban menos de 72 horas para que revisarán toda la documentación, fin de semana de por medio. Gobierno vasco, Diputación y Ayuntamiento querían una respuesta antes del lunes por la mañana cuando el Gobierno de Urtaran pretende aprobar en una comisión municipal los primeros pasos para crear la Fundación. Y refrendarlos posteriormente en el pleno que se celebra el próximos viernes. «Nos sorprendió bastante que tras dos años sin tener ningún papel escrito, ningún documento sobre el que trabajar, de repente, nos encontrásemos con un paradigma que tenía que ser prácticamente de hoy para mañana, del viernes para el lunes, o si no, no se podía hacer», ha explicado a la CADENA SER, Julen Díaz de Argote de Memoria Gara. «De buenas a primeras nos entregan unos estatutos sin contar con nuestra participación, nos los dan un viernes a las 12 del mediodía y para el lunes tenemos que decir sí o no, sin tener tiempo material para estudiarlos», dice Andoni Txasko de la asociación de víctimas del 3 de marzo. Ambos colectivos han reclamado a todos los grupos políticos del Ayuntamiento que aplacen el debate del lunes: «Memoria Gara y Martxoak 3 no tienen capacidad para analizar, debatir, realizar aportaciones y, en su caso, aprobar ese documento en menos de 72 horas. Por eso mismo, insistimos en que quede sobre la mesa. Han pasado casi dos años desde que las instituciones firmaran un protocolo de intenciones para la creación de este memorial. No entendemos qué razón existe ahora para que con tan poco margen de tiempo se tenga que aprobar este documento tan importante que regirá el modo de funcionamiento de una fundación que debe dirigir este proyecto», dicen en un comunicado enviado a todos los partidos del Ayuntamiento de Vitoria. ¿Por qué tantas prisas? Desde el Gobierno municipal no han querido ofrecer información sobre estos últimos acontecimientos. Tras las protestas en diciembre de las asociaciones por la falta de movimientos sobre el memorial, Eh Bildu y Elkarrekin Podemos habían registrado para este lunes sendas preguntas sobre los retrasos acumulados en el proyecto y el Gobierno de Urtaran sorprendió metiendo a última hora la votación para aprobar la entrada en la futura Fundación. Como a las asociaciones, también los grupos políticos recibieron la documentación este viernes pasado el mediodía. Las instituciones han pisado el acelerador a las puertas de las elecciones locales. Estamos a apenas 4 meses de las elecciones municipales y forales de mayo y las instituciones no han ocultado su interés de que todo quede cerrado antes de la convocatoria electoral para evitar que hipotéticos cambios al frente de los gobiernos puedan retrasar el proyecto. Fuentes de la oposición ven en todo esto prisas electoralistas después de tener el proyecto dormido durante dos años. Y por si faltaba alguien en la sala y tirando de una larga tradición vitoriana, ha aparecido un «marrón» urbanístico que nadie esperaba. Resulta que la parcela sobre la que se sitúa la iglesia -y donde se quiere implantar el memorial- no está regularizada (de hecho, no lo está una gran parcela que llega hasta lo que era el antiguo matadero). Hasta ahí, nada demasiado extraño pero lo llamativo de la historia ha llegado cuando el Ayuntamiento ha acudido al Registro de la Propiedad para informarse de la parcela donde está la Iglesia. Sorpresa: el suelo sobre el que se construyó la iglesia no es del Obispado. Es del Ayuntamiento de Vitoria. Es decir, el Obispado quiere ceder la iglesia, pero también un suelo que no es suyo. «El Obispado de Vitoria participará a través de la cesión de uso de la Iglesia de San Francisco de Asís en su totalidad incluyendo suelo y vuelo, valorado en 1.702.395 euros», señala el protocolo acordado por las instituciones. Pero las indagaciones realizadas por los servicios técnicos municipales es clara. A la Iglesia se le dio autorización en 1968 para levantar el templo, pero la propiedad del suelo es municipal. El Ayuntamiento «se limitó a autorizar la ocupación de los terrenos destinados a la iglesia parroquial», dice un informe municipal. La solución que plantea el Ayuntamiento de Vitoria es que el propio Ayuntamiento pase la propiedad de la parcela al Obispado para que el Obispado la ceda a su vez al Memorial. «Restaría acordar con el Obispado la integración en su patrimonio de la parcela que alberga el inmueble cuya disposición ha comprometido», afirma el director del departamento municipal de Hacienda en un informe interno al que ha tenido acceso la Cadena Ser. Pero, ¿por qué transmitir al Obispado unos terrenos que son del propio Ayuntamiento y que después sea el obispado el que los ceda al Memorial? Es lo que se preguntan concejales de varias formaciones políticas del Ayuntamiento y para lo que todavía no han obtenido una respuesta clara. Según el obispado, la solución urbanística -la reparcelación- implica que el suelo pase a manos del Obispado para que así se pueda, primero, inscribir el inmueble en el registro y después cederlo al Memorial. Veremos.

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Las instituciones han dado menos de 72 horas a las asociaciones memorialistas y de víctimas para que den luz verde a los estatutos de la Fundación

Iker Armentia

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