El Real Unión la vuelve a liar en la Copa

Irún

La Copa del Rey volvía al Stadium Gal. Y lo hizo por la puerta grande. Hacía doce años que el Real Unión no se enfrentaba a un equipo de Primera en la Copa. Y la espera mereció la pena. La mística de Irún regresó al torneo del KO, y lo hizo con otro momentazo que pasará a la historia con letras de oro del centenario club irundarra y su especial vínculo con la Copa. En resumidas cuentas: el Real Unión la volvió a liar. Seguro que echaba de menos la Copa a un equipo tan copero como el irundarra, que regala noches inolvidables como ésta contra el Cádiz. Porque sí, otro equipo de Primera cayó en el Stadium Gal. Y no lo hizo de cualquier manera. Lo hizo de forma apoteósica, con un gol salvador, un golazo maravilloso, en el tiempo de descuento, cuando todo parecía abocado a la prórroga. Digno del mejor de los guiones con final feliz.

Si quieres que tu película acabe bien, pregunta por Nacho Sánchez. El centrocampista canario se está acostumbrando a marcar golazos. No sabe hacer otra cosa. Y claro, sólo a alguien capaz de pegarle tan bien a la pelota se le ocurre la locura que inventó en el minuto 93 de partido. Cuando el partido languidecía, a falta de dos minutos para el final del tiempo reglamentario, con la prórroga amenazando en el horizonte, agarró la pelota en línea de tres cuartos, en la frontal, se giró y desde 30 metros soltó un zapatazo con una violencia espectacular que se colaba por toda la escuadra de la portería de David Gil, el meta del Cádiz. El Stadium Gal se venía abajo, literalmente. 3-2 en el marcador y el Real Unión que ponía contra las cuerdas a otro equipo de Primera. La campanada estaba a la vuelta de la esquina. La clasificación para la segunda ronda se rozaba con los dedos. No había tiempo para la reacción del Cádiz, que se unía a la 'ilustre' lista de equipos de Primera que han caído en el Stadium Gal en la historia reciente de la Copa. El equipo gaditano inscribía su nombre a los del Valladolod, Alavés, Racing de Santander, Athletic Club y Real Madrid. Y ahora el Cádiz.

Es como si el fútbol, a menudo injusto, quisiera tener un detalle con el Real Unión, y devolverle algo de lo que le pudo quitar en 2009, cuando el Cádiz ascendió a Segunda en Irún. Entonces, le tocó morder el polvo a los irundarras. Ahora han sido los gaditanos, en un contexto totalmente diferente, siendo un equipo dos categorías superior. Pero el Real Unión volvió a vivir su mística en la Copa y vivió otra noche grande de Copa. Como las de antaño. Como las de siempre. No en vano, el Real Unión ha ganado cuatro copas, es un equipo indudablemente copero. Y lo volvió a hacer. Y esta vez de una manera épica. Después de empatar por dos veces al equipo de Primera, que se puso dos veces por delante. El propio Nacho, el héroe de la noche; e Iván Pérez igualaron el partido cuando se adelantó el Cádiz. Y el canario al final remató la faena. Y qué faena. Y qué manera de rematarla. La Copa volvió a Irún por la puerta grande. Y fue inolvidable.