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El Gobierno vasco logra que 457 presos obtengan el tercer grado en el primer año al frente de Prisiones

Admite que las cárceles vascas tienen "insuficienciente capacidad de plazas" y están "infradotadas" de personal: 558 trabajadores para casi 1.500 reclusos.

Prisión de Zaballa (Álava) / CADENA SER

Prisión de Zaballa (Álava)

Vitoria

El Gobierno vasco ha tramitado 457 progresiones a tercer grado, de las que 25 corresponden a presos de ETA, es decir, el 5% del total, durantre su primer año al frente de la gestión de las cárceles de Euskadi, un cifra que se sitúa "muy cerca" del 40% que se puso como meta cuando asumió la competencia. Además, el Ejecutivo vasco confía en recuperar en breve los "procesos restaurativos" entre víctimas y victimarios.

Así lo ha precisado la consejera de Justicia, Beatriz Artolazabal, en una jornada de trabajo en el Centro Penitenciario Araba más conocida como la cárcel de Zaballa.

"Ya no tienen sentido las excepcionalidades, ni tratamientos colectivos. Ningún preso obtendrá beneficio o perjuicio, sea de ETA o no. Por lo tanto, ni hoteles ni resorts. Más bien, centros penitenciarios con profesionales que trabajan de manera individualizada con cada persona presa con un objetivo final: recuperarla y evitar reincidencias", ha defendido.

Artolazabal ha pedido paciencia y ha asegurado que "asentar el modelo vasco en la vida cotidiana de la gestión peitenciaria no es una meta que se consiga en una año, ni tampoco en una legislatura". "Se necesitarán años de trabajo intenso para conseguir el objetivo y en ello estamos", ha subrayado.

El balance de este primer año de gestión admite que falta personal. De un total de 675 plazas, 118 están sin cubrir. En este sentido, se señala que "la plantilla de Zaballa está infradotada lo que impide abrir adecuadamente la totalidad de módulos" y que urge además la apertura de la nueva prisión de Zubieta Gipuzkoa) ante "la insuficiente capacidad de plazas para albergar la demanda de personas internas y gestionar su tratamiento".

Como ha quedado patente en las progresiones de grado, la gran apuesta del Gobierno vasco es favorecer "el cumplimiento de penas en semilibertad" para lo que se han habilitado 12 pisos (6 en Álava, 3 en Bizkaia y 3 en Gipuzkoa) con capacidad para 80 personas.

Asímismo, se ha creado una unidad de madres en la cárcel de Martutene (Gipuzkoa) y se ha puesto en marcha un programa para la prevención de suicidos en Zaballa que se está implementando también en Basauri (Bizkaia) y Martutene.

Las cárceles vascas tienen en este momento 675 plazas de funcionario y personal laboral, aunque en este momento solo hay 558 plazas cubiertas, que atienden a un población reclusa formada por 1.496 personas: 790 en Álava, 378 en Bizkaia y 238 en Gipuzkoa.

 
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