Más de 46.000 personas llenaban ayer San Mamés en el concierto «más importante» de la carrera de Fito Cabrales. Fito & Fitipaldis ofrecieron casi dos horas y media de buena música, sonido estupendo y cierta nostalgia. «Sólo faltaba la lluvia para que sea Bilbao. ¡Me encanta que llueva!», decía el cantante al inicio del espectáculo. La gira de su séptimo disco «Cada Vez Cadáver» llegó a Bilbao acompañada por la lluvia que a lo largo de la noche dio un receso para que el público pudiera disfrutar del concierto. Las puertas se abrieron a las 19:00 horas, media hora antes de que el grupo Morgan comenzara a tocar. A las 20:30 le tocaba el turno a la banda gernikarra Gatibu. Ambos actuaron como teloneros para ir animando el ambiente previo al show. Finalmente, a las 22:00 y muy puntual, Fito entonaba la canción «A quemarropa» de su nuevo álbum entre aplausos. Durante el concierto Fito no estuvo solo. El primer artista en salir fue su amigo Dani Martín con quien interpretó «Cielo hermético». Más tarde, Nina de Juan, la vocalista de Morgan, volvía a subir al escenario para cantar junto a Cabrales «Quiero gritar». El ambiente nostálgico reinó en La Catedral cuando al escenario subió Iñaki Uoho con quien interpretó dos clásicos de Platero y Tú: «Un poco de rocknroll» y «El roce de tu cuerpo». Los dos últimos en salir fueron Leiva y Carlos Tarque de M-Clan. El concierto concluyó con uno de los temas más conocidos de la banda: «Soldadito Marinero». Fue entonces cuando todo el público se unió al unísono para cantar junto a Fito y, poco a poco, las luces del estadio se fueron apagando.